El presidente de la Entidad de Conservación apunta que «es un gasto inasumible» y se optará por alarmas más sofisticadas
Parece que las cuentas no salen. Al menos eso es lo que se deduce del hecho de que el proyecto de contratación de los servicios de una entidad privada de seguridad para vigilar las naves y empresas ubicadas en el polígono industrial de Bayas, haya quedado «en agua de borrajas», tal y como expresa el presidente de la Entidad de Conservación, José Luis Solana.
La lógica ubicación de la zona industrial, con su consiguiente vulnerabilidad, así como la sucesión de robos en algunas de las empresas ocurridos en el transcurso del mes de agosto del pasado año, hicieron retomar a los empresarios la idea de disponer de personal específico para llevar a cabo las tareas de vigilancia, y complementar así el trabajo que desarrollan las patrullas tanto de la Policía Nacional, como de la Local.
No era ésta la primera ocasión en la que se planteaba ante los socios de la Entidad de Conservación esta necesidad, pero tampoco ahora se ha podido llegar a un acuerdo. Hay algunas empresas que ya disponen de personal específico de seguridad, y sus responsables «no tienen inconveniente en que se incremente algo más de cuota», pero quienes no lo tienen «no quieren en ningún caso aportar más dinero».
Así las cosas, Solana da por cerrado el trabajo que llevaría a buscar una solución común al problema de seguridad. «Si el 20% está dispuesto a pagar, y el beneficio al final es para todos, pues se echan para atrás».
El proyecto presentado por parte de los responsables de la Entidad de Conservación llegó incluso a presupuestarse. Se barajaron cifras entre los 90.000 y los 120.000 euros anuales. Con esa aportación se lograría una acción de vigilancia que la compañía contratada realizaría de forma permanente con un vehículo por todo el polígono.
Esa medida, complementada con nuevas codificaciones de alarma «sería suficiente», insiste Solana, pero también entiende que ahora mismo sea en algunos casos «un gasto inasumible».
El presidente de la Entidad reconoce que «en estos momentos la gente está muy apagada y se retrae bastante a la hora de hacer inversiones». Aunque , eso sí, también dice que en una situación de crisis como la actual también puede darse el caso de que «se incrementen los robos». Sea como fuere lo que sí está claro es que por el momento no se van a cambiar de modo significativo las medidas de seguridad en el conjunto de las empresas radicadas en el polígono industrial.
Aun cuando según algunos de los más afectados por las sustracciones de material «ahora llevamos un tiempo con cierta tranquilidad», la seguridad sigue preocupando por lo que han sido muchos los empresarios que han optado por la colocación de «sistemas de alarma más sofisticados». Ésa ha sido la apuesta mayoritaria de quienes tienen sus empresas en Bayas.
Bien es verdad que también los mismos que han decidido apostar por las novedades tecnológicas, las más sensibles a cualquier movimiento extraño en las instalaciones, apuntan que «ahora a veces saltan con mucha frecuencia. Sin ir más lejos, este fin de semana, así ha ocurrido». De todos modos entienden que es mejor «prevenir lo que se pueda».
Con sorpresa
La decisión definitiva adoptada por el conjunto de los empresarios afectados y que, en su momento mantuvieron distintas reuniones con el concejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Setién, para que se reforzaran las medidas de vigilancia policial en la zona, ha sorprendido bastante en el Consistorio.
El responsable del departamento hace hincapié en que desde el Ayuntamiento no se puede hacer un esfuerzo añadido para incrementar la vigilancia en esa zona. Recuerda que en la actualidad la Policía Local cuenta con un total de 51 agentes y «no habrá cambios en el actual ritmo del servicio de las patrullas».
El trabajo que estos agentes realizan en la zona del polígono industrial de Bayas está coordinado con el que llevan a cabo los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. El paso de los vehículos patrulla se alterna según sean horas pares o impares. Parece que así seguirán las cosas.
Setién apunta que la policía seguirá haciendo su trabajo, como hasta ahora, pero que en la zona industrial no se pueden adoptar medidas excepcionales «si eso va en detrimento de la vigilancia en el resto de la ciudad».
Mantener la seguridad en la empresas se manifiesta como una preocupación general, pero de momento las soluciones «las está adoptando cada uno de modo particular», reitera Solana.
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