viernes, 20 de marzo de 2009

El incremento de delitos por la crisis es menos marcado en Ciudad Real HOY. CIUDAD REAL


HOY. CIUDAD REAL
Al fantasma de la crisis le suele acompañar otro grave problema: la delincuencia. España aprendió en las etapas recesivas de los años 80 y de principios de los 90 que al aumento de las dificultades económicas y la tasa del paro suele acompañarles el de los crímenes, sobre todo los robos y los hurtos de productos de primera necesidad. Ahora, las turbulencias financieras vuelven a provocar una subida del crimen en toda la Península Ibérica.

¿En toda? Tal vez no, de acuerdo con lo que asegura el superintendente de la Policía Local de Ciudad Real, Fernando Díaz. Aunque reconoce que es pronto para confirmarlo, considera que el número de delitos actual no está causado directamente por la crisis: la relación podría existir, indica, pero él no la ha observado en este caso.

Esto no quiere decir que el índice de criminalidad sea bajo: de hecho, de acuerdo con Díaz, ahora mismo la ciudad está sufriendo un repunte del mismo. El matiz lo pone el hecho de que, comparándolo con los datos de otros años, “no estamos mucho peor que antes”, e incluso “estamos mejor que en otras épocas”. Esto lleva al jefe de la Policía Local a concluir que esta variación “obedece más bien a que haya algunas personas conflictivas sueltas”.

Supermercados
Los supermercados y pequeños establecimientos de comestibles son uno de los sectores a los que más puede afectar el aumento de hurtos, ya que los individuos y familias empobrecidos por la crisis preferirán llevarse productos de alimentación antes que cualquier otra clase de artículo. Y así está pasando en otros puntos de la región, pero no en la provincia, de acuerdo con dos de las principales cadenas nacionales.

Fuentes de Mercadona declararon a El Día que las dificultades económicas no han venido acompañadas de una subida de las pérdidas por robos; esto lo atribuyen a que la crisis no ha provocado situaciones de necesidad tan graves como en otros puntos de España. Desde la compañía tampoco se considera que el volumen de hurtos sea un indicador muy fiable del efecto de la crisis.

Por su parte, en Eroski explican que lo que pasa durante estos períodos recesivos no es tanto que aumente el número de robos como que crezca la importancia relativa de la cantidad de mercancía robada sobre la que le compran: “Si yo vendo 100 y me roban cinco, es un 5%”, dice un portavoz de la compañía, “pero si vendo 50 y me siguen robando cinco ya es un 10%”.

Eroski, al igual que Mercadona, no ha vivido un crecimiento real de los hurtos de sus artículos, y atribuyen esa estabilización de los delitos al papel disuasorio de las medidas de seguridad, como cámaras o vigilantes. Dicha disuasión, matizan desde la empresa, influye más en las “personas normales” que en los delincuentes habituales.

La gran superficie vasca tampoco ha notado cambios en el perfil de los posibles ladrones: “Ya había gente que tenía un perfil de ama de casa que era capaz de llevarse un cuarto de cordero lechal hace cuatro años, cuando no estábamos en crisis”, recalca su portavoz.

Pequeño comercio
El pequeño comercio provincial sí que ha notado un cierto aumento de los robos, según el presidente de su federación, Lucio Moreno, aunque no a gran escala. Los asaltos, incluso a cara descubierta, han crecido especialmente entre los sectores de joyería y confección, lo que hace temer a Moreno que este tipo de delitos vaya a más con el tiempo.

Ángela Adán, presidenta de la Asociación Provincial de Joyeros, corrobora este incremento en los robos a su sector, que se produjo desde el fin de las festividades navideñas. Adán también tiene constancia de que se ha producido un incremento en la cuantía del material robado; por ello atribuye esta situación, más que al efecto de la crisis, a que los autores de los crímenes son bandas organizadas que se han vuelto más precisas a la hora de buscar botines más lucrativos.

En vista de sus previsiones de evolución de los delitos, desde la federación de comercio se está intentando convencer a sus socios de que implanten en sus establecimientos cámaras de seguridad, aprovechando la firma de un convenio a tal efecto entre la Confederación Española de Comercio (CEC) y la empresa Prosegur. En estos momentos, explica Moreno, están negociando con diversas empresas para obtener estos sistemas al mejor precio posible.

Otra recomendación que la federación provincial está difundiendo entre sus integrantes en estos días es la de instalar puertas de entrada con apertura controlada desde dentro, de modo que el dueño del negocio pueda ver quién quiere entrar en su establecimiento y negarle el paso si cree que puede pretender robarle.

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