Los trabajadores del Bellas Artes han iniciado una campaña de protesta contra la contratación de una empresa de seguridad privada, una medida que la Consejería de Cultura va a tomar después de que hace más de un mes alguien robara la cruz del Santo Domingo Penitente de Martínez Montañés, sin que ningún vigilante de la pinacoteca se percatara del hurto. De momento, los empleados del museo han empapelado la pinacoteca con carteles contra esta privatización.
“Es una campaña que vamos a desarrollar en todos los museos de la ciudad para concienciar a la opinión pública de que el Bellas Artes no necesita seguridad privada, sino dotar de más medios a los vigilantes actuales, aumentar el personal y cubrir las bajas de larga duración, algo que no se está haciendo”, explicó ayer a este periódico el representante del bloque sindical de UGT en el comité de empresa, Antonio Fernández, quien aseguró que “lo que hay que mejorar son los recursos técnicos del museo”.
Los representantes sindicales de UGT,CCOO y CSIF se reunirán mañana para organizar más medidas de protesta contra esta medida. Así, aunque no conocen los detalles de esta privatización, puesto que Cultura aún no les ha comunicado por escrito cuándo lo hará, saben que esta medida sigue adelante ya que la Delegación Provincial les ha informado“verbalmente” de sus intenciones.
La privatización de la seguridad supondría un recorte de los ingresos de los vigilantes actuales, ya que podrían perder las guardias nocturnas. No obstante, aclaran que su lucha “va en defensa de un servicio público de calidad”. “Lo que deben hacer es contratar a más gente y cubrir las bajas de tres y cuatro meses, que no se suplen.El robo de la cruz ha sido algo puntual y pedir por esto la privatización es como exigir alGobierno que privatice a la Policía por el robo de cien kilos de cocaína en una comisaría”.
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