viernes, 20 de marzo de 2009

El Bellas Artes sustituye la cruz robada, de la que no hay noticias


El Museo de Bellas Artes ha decidido reponer la cruz del Santo Domingo penitente de Martínez Montañés, mientras la Policía averigua dónde se encuentra la pieza robada –tampoco original–, una investigación de la que la Consejería de Cultura aún no tiene novedades.

Los visitantes que se acercaron ayer a la pinacoteca hispalense se llevaron una sorpresa al comprobar cómo el Santo Domingo penitente ha recuperado su aspecto original, portando de nuevo una cruz similar a la que desapareció hace ya un mes. La nueva pieza se colocó el martes, coincidiendo con la llegada al museo de un agente de seguridad privada, que ayer ya evitaba la entrada al interior del Bellas Artes con bolsas u objetos presumiblemente peligrosos para la integridad de las obras expuestas. De este modo, el agente conmina a hacer uso de las consignas y permanece atento a todo el que entra y sale del recinto, algo que no se hacía antes, según narraron a este periódico los propios trabajadores del centro.

A diferencia de la cruz que fue sustraída –que tampoco era la original que le colocó Martínez Montañés–, la nueva pieza ha sido fijada a la escultura de Martínez Montañés, de modo que ya no es posible extraerla, algo que no ocurría con la cruz robada.

La consejera de Cultura, Rosa Torres, y el director del museo,Antonio Álvarez, presentaban ayer en la pinacoteca una exposición temporal sobre arte modernista. A preguntas de los periodistas, Torres informó de que aún no dispone de novedades sobre la investigación policial del robo, y quiso dejar patente su preocupación por la sustracción de la cruz, a pesar de que ésta “no tiene valor artístico”.

Sin querer entrar en detalles sobre las medidas que tomará Cultura para reforzar la seguridad en el museo, la consejera aseveró que la dirección del Bellas Artes está “muy ocupada en tratar de que este tipo de hechos no vuelvan a suceder”. Respecto a la contratación de una empresa de seguridad privada para el Bellas Artes –noticia adelantada por este periódico–, la titular de Cultura indicó que la obligación de su departamento “es seguir incorporando elementos que tengan que ver con la conservación, seguridad y calidad de las visitas”.

Preguntada sobre si se hará lo mismo en otros museos andaluces, se limitó a contestar que su departamento va “avanzando poco a poco, y a nadie se le escapa que el primer museo por el que había que empezar a reforzar la seguridad era el Bellas Artes”. En cualquier caso, la consejera recalcó que actualmente la pinacoteca es segura y recordó que “incluso en los lugares donde las medidas de seguridad son absolutamente tremendas, este tipo de acontecimientos y sucesos pueden ocurrir”.

Finalmente, destacó que el museo cuenta con 60 cámaras de vigilancia que funcionan a través de circuito cerrado, que son visionadas constantemente por un vigilante. “Esto no ha ocurrido porque no hubiera medidas de seguridad, sino que se han burlado de alguna manera estas medidas”, zanjó.

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