martes, 24 de marzo de 2009

Un vicerrector niega ante el juez haber oído amenazas de Marín a Mendoza


El vicerrector de Extensión Universitaria de la UCAM, Joaquín Jareño, negó ayer ante el juez haber escuchado decir al ex vicerrector de Ordenación Académica, Higinio Marín, que le iba a dar "un susto" al presidente de la Fundación Universitaria San Antonio, José Luis Mendoza. No fue, sin embargo, el único en declarar como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Murcia, responsable del caso. También lo hizo el ex guardia civil contratado por Mendoza para investigar una serie de llamadas amenazantes, Francisco Javier Gómez Campillo, quien señaló a Marín como presunto autor de las llamadas.

En su querella -en la que Mendoza acusa a Marín por amenazas e injurias-, el presidente de la UCAM atribuía a Jareño las primeras noticias sobre la supuesta intención de Marín, que acababa de abandonar la universidad por problemas con Mendoza, de vengarse de éste. En concreto, la querella sitúa la primera llamada de amenaza en la noche del seis de octubre del año 2006.

Aquella tarde -según el documento-, Jareño había advertido a Mendoza de que había escuchado a una persona, a la que no quiso identificar en ese momento, decir "que les iban a dar un buen susto a Mendoza y a su familia porque le tenían muchas ganas". Ya de madrugada, en efecto, se produjo la primera llamada en la que "una persona adulta que trataba de distorsionar la voz" llamó preguntando por uno de los hijos menores de Mendoza. Un año y medio después -"conocedor del calvario que estaba pasando Mendoza y su familia"-, Jareño, según la querella, reveló a Mendoza el nombre de la persona que había hablado de darles un susto: Higinio Marín.

Ayer, no obstante, Jareño negó ante el juez haber escuchado al que fuera vicerrector de Ordenación Académica amenazar a Mendoza y haber mantenido esa última conversación con el responsable de la UCAM. Jareño, incluso, declaró ante el juez que ya se lo había negado al propio Mendoza "en público y en privado".

El vigilante de seguridad contratado por Mendoza, sin embargo, sí que identificó a Marín como la persona que podría estar detrás de las amenazas. En concreto, Gómez Campillo confirmó que -pese a los esfuerzos del llamante por mantener el número oculto-, hubo alguna ocasión en la que obtuvo el número y pudo devolver la llamada. En una de esas ocasiones, según su declaración, la persona que descolgó el teléfono se identificó como Higinio Marín.

Al parecer, Mendoza encargó a Campillo la instalación de un sistema de escucha y grabación en los teléfonos de su domicilio y de la universidad para tratar de identificar al autor de las llamadas. Con este material encargó un cotejo de voces entre algunas de las llamadas de amenaza y grabaciones realizadas cuando Higinio Marín era vicerrector en la UCAM. Según este informe -realizado por dos expertos contratados por Mendoza-, el nivel de similitud entre ambas era "muy alto".

No hay comentarios: