miércoles, 11 de marzo de 2009

Bandas de jóvenes ‘tirapiedras’ atacan a los trenes de Cercanías a diario


Las líneas de Cercanías de la zona noroeste son las más afectadas.Los agresores son jóvenes de familias adineradas.También hay apedreamientos

Maribel y Pilar regresaban de visitar a unos parientes en Segovia el pasado 9 de febrero cuando, a la altura del apeadero del Ramón y Cajal (C-7, C-8 y C-10), "un fuerte impacto contra el convoy" asustó a los viajeros (no más de 20), que regresaban ya anochecido a Madrid. Algo muy similar le ocurrió a R. Ruiz, de 30 años, en la C-10, entre las estaciones de Pozuelo y Majadahonda, cuando regresaba a su domicilio y un golpe desde el exterior le sobresaltó superando el sonido de sus cascos. "Los apedreamientos son habituales, pero ahora hay un repunte en la zona de Pozuelo, Pitis, el Ramón y Cajal y Entrevías, entre el Pozo y Santa Eugenia (C-2 y C-7)", confirman las secciones sindicales de UGT, CGT y CC OO.

Los trenes de Cercanías de Renfe (260 en total) se han convertido en escenario "casi diario" de actos vandálicos, confirman interventores, vigilantes de seguridad y maquinistas consultados por 20 minutos. Sólo en el taller de Fuencarral se repararon en 2008 un total de 249 lunas laterales y otras 15 delanteras debido al impacto de objetos lanzados desde el exterior. En los otros cuatro talleres existentes (Atocha, Móstoles, Príncipe Pío y Humanes) se realizó un número muy similar de sustituciones (los datos son de UGT, ya que Renfe "niega categóricamente" que se apedreen trenes).

Jóvenes de 15 a 20 años

"El problema de los apedreamientos son los obstáculos que pueden generar en la vía" y que son lanzados "desde puentes y elevaciones", cuentan desde el sindicato de maquinistas (Semaf), donde son conscientes de que esto puede amenazar la seguridad de los viajeros, sobre todo en el caso de tener que llegar a detener el convoy. Por su parte, Renfe resta importancia al vandalismo y asegura que "en los primeros meses de 2009 ha disminuido a la mitad y los obstáculos en vía se han reducido un tercio".

Pero en los diferentes partes de incidencias a los que ha tenido acceso este diario desde octubre de 2008 a marzo de 2009, los empleados denuncian actuaciones de "reincidentes" que lanzan piedras al paso del tren; de "amenazas" y "agresiones" varias a cargo de grupos de chavales "que se han hecho los amos de la línea".

Según dicen quienes les han visto en acción, los vándalos tirapiedras sólo tienen una cosa en común: son jóvenes de entre 15 y 20 años, pero de estamento social muy diferente. Mientras que en la zona norte son "niños bien" de las zonas residenciales de la sierra madrileña, los agresores de Entrevías y El Pozo pertenecen a familias más desestructuradas.

Más violenta es, sin embargo, la banda juvenil que actúa a la altura de El Escorial, tanto en sentido Ávila como dirección Segovia. Los partes presentados por los interventores hablan "de grupos de seis personas" que no sólo apedrean convoyes, sino que acceden a su interior y amenazan a los usuarios. Son un grupo mixto de españoles y marroquíes.


Pero en los diferentes partes de incidencias a los que ha tenido acceso este diario desde octubre de 2008 a marzo de 2009, los empleados denuncian actuaciones de "reincidentes" que lanzan piedras al paso del tren; de "amenazas" y "agresiones" varias a cargo de grupos de chavales "que se han hecho los amos de la línea".

Según dicen quienes les han visto en acción, los vándalos tirapiedras sólo tienen una cosa en común: son jóvenes de entre 15 y 20 años, pero de estamento social muy diferente. Mientras que en la zona norte son "niños bien" de las zonas residenciales de la sierra madrileña, los agresores de Entrevías y El Pozo pertenecen a familias más desestructuradas.

Más violenta es, sin embargo, la banda juvenil que actúa a la altura de El Escorial, tanto en sentido Ávila como dirección Segovia. Los partes presentados por los interventores hablan "de grupos de seis personas" que no sólo apedrean convoyes, sino que acceden a su interior y amenazan a los usuarios. Son un grupo mixto de españoles y marroquíes.


Pero en los diferentes partes de incidencias a los que ha tenido acceso este diario desde octubre de 2008 a marzo de 2009, los empleados denuncian actuaciones de "reincidentes" que lanzan piedras al paso del tren; de "amenazas" y "agresiones" varias a cargo de grupos de chavales "que se han hecho los amos de la línea".

Según dicen quienes les han visto en acción, los vándalos tirapiedras sólo tienen una cosa en común: son jóvenes de entre 15 y 20 años, pero de estamento social muy diferente. Mientras que en la zona norte son "niños bien" de las zonas residenciales de la sierra madrileña, los agresores de Entrevías y El Pozo pertenecen a familias más desestructuradas.

Más violenta es, sin embargo, la banda juvenil que actúa a la altura de El Escorial, tanto en sentido Ávila como dirección Segovia. Los partes presentados por los interventores hablan "de grupos de seis personas" que no sólo apedrean convoyes, sino que acceden a su interior y amenazan a los usuarios. Son un grupo mixto de españoles y marroquíes.

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