Viernes, 13 de marzo de 2009
www.daimiel.org.- La plantilla -médicos, enfermeros y personal administrativo- del Centro de Especialidades de Diagnostico y Tratamiento se concentraron a los doce del mediodía del viernes a las puertas del centro para mostrar su repulsa ante el asesinato de la médico en el ambulatorio de Moratalla (Murcia). Maria Eugenia Moreno, médico residente fallecía horas después de que un hombre de 73 años le disparase durante la madrugada del miércoles mientras estaba de guardia en este centro de salud murciano.
Seguridad para los sanitarios
Tras cincos minutos de silencio, el coordinador de Atención Primaria, Antonio Mata señalaba a los medios de comunicación su condena absoluta y apuntaba a un incremento de las medidas de seguridad y a una concienciación de los pacientes como soluciones para atajar los continuos ataques que sufren los médicos.”Las agresiones verbales son prácticamente diarias”, denunciaba. “Los usuarios tienen que saber que nuestras decisiones no son arbitrarias, siempre están guiadas por un criterio profesional y que otras cuestiones administrativas no son responsabilidad de los galenos”, añadía. Mata recordaba que ha estado amenazado y se ha visto obligado a pasar consulta con presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, no entendía que los médicos tengan en la práctica una protección legal menor que otros funcionarios públicos. “Hasta esta misma semana no se había condenado a nadie por una agresión a un médico. No sé por qué no se aplicaba, quizá, a las administraciones no les interesaba”, manifestaba. En Daimiel, el CEDT cuenta con seguridad privada. No ocurre lo mismo en el Centro de Salud nº1 situado en la Plaza de Lepanto.
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