jueves, 18 de junio de 2009

El Ayuntamiento sustituirá los policías por vigilantes privados en sus edificios



La medida rebaja a la mitad el coste de la vigilancia y permitirá aumentar en más de 50 agentes locales las patrullas que trabajan en las calles
La imagen de los policías locales en las puertas de los edificios municipales, como centros administrativos, los palacetes como el de los Mártires, e incluso en la Plaza del Carmen, está llamada a desaparecer. Mantener agentes especializados en puestos de vigilancia rutinaria es un error que cuesta mucho dinero y quita policías de las calles. Es la opinión del concejal de Seguridad, Eduardo Moral, que ha decidido retirar a los policías de esas tareas y sustituirlos por vigilantes de seguridad privada contratados específicamente para esas labores.
La medida, consensuada con los sindicatos policiales, se llevará a cabo en el momento en que se puedan finalizar los trámites legales para la contratación de la empresa de seguridad que se encargue de este servicio, pero podría ser al paso de dos o tres meses. A partir de ese momento la mayoría de los edificios municipales tendrán vigilantes de seguridad que estarán encargados de controlar los accesos, informar a la gente y dar parte a la Policía Local en caso necesario. Según las previsiones, los lugares donde se hará este cambio serán espacios como los palacios municipales, concretamente en los Mártires, el Palacete de Quinta Alegre, el Palacio de los Córdovas, el Centro Cultural Gran Capitán, algunos centros cívicos según las necesidades de cada momento y otros edificios administrativos, incluido el de Los Mondragones. Eduardo Moral señala que no será posible quitar a todos los policías del edificio de la Plaza del Carmen, ya que allí existe lo que se denomina Cuerpo de Guardia, pero habrá menos cantidad de policías de forma habitual, ya que la tarea de control de accesos y vigilancia general la harán la seguridad privada que se contrate.
Más barato
Según los datos de la concejalía de Economía, en la actualidad mantener cuatro turnos diarios de agentes en estos espacios supone algo más de 1,2 millones de euros al año, con un gran nivel de absentismo laboral, ya que se trata de policías que están en su periodo de segunda actividad y todos ellos ya tienen alrededor de cincuenta años. La contratación de vigilancia privada costará alrededor de 600.000 euros al año, la mitad de lo que cuestan los agentes, «y no hay problemas de absentismo, ya que la empresa contratada tiene que garantizar el servicio».
A partir de la implantación de la seguridad privada, alrededor de medio centenar de policías podrán trabajar de forma habitual en las patrullas en la calle.
Los que ahora están en los edificios de vigilancia, pasarán a tareas de oficina e información, con lo que policías más jóvenes que ahora se dedican a atender el teléfono o a hacer papeleo, podrán estar en las calles en contacto directo con el ciudadano. «Es aprovechar la plantilla que tenemos para tareas verdaderamente policiales», dice Eduardo Moral, que además señala que el Ayuntamiento se ahorrará la enorme cantidad de horas extraordinarias que muchos de esos agentes hacen cada semana.

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