viernes, 19 de junio de 2009

Gran oferta: armas de segunda mano


421 escopetas, rifles y pistolas, cuyas licencias no se han renovado, serán subastados el próximo lunes en el cuartel de la Guardia Civil de Donostia
DV. Ángel es un joven de Leitza. Es aficionado a la caza y ayer por la mañana buscaba en el Servicio de Intervención de Armas de la Guarda Civil, en el cuartel donostiarra de Intxaurrondo, una repetidora «para cuando vaya a por becadas». Ángel examinaba con detenimiento las 350 escopetas que desde el pasado lunes permanecen expuestas en la 513 Comandancia y que dentro de cuatro días serán subastadas. Es el mercado de armas de segunda mano, la mejor opción para hacerse con una escopeta a un buen precio. El material procede en su mayor parte de cazadores que, por diferentes razones, no han renovado la preceptiva licencia.
En conjunto son 421 las armas que entran en la puja. Dentro del lote, hay un poco de todo: escopetas, rifles, carabinas... además de pistolas y revólveres. Incluso, un arma larga de inyecciones anestésicas. Los precios de salida oscilan entre los cinco euros que se pide por una vieja carabina hasta los 18.000 que se reclama por una Beretta de cañones superpuestos. «Hace muchos años, los precios los establecía un maestro armero, pero ahora los fijan los dueños de las armas», recuerda un responsable del instituto armado.
Cazadores y coleccionistas, principalmente, se dan cita estos días previos a la celebración de la subasta para examinar el estado de las armas y efectuar sus pujas. «También acuden responsables de algunos museos, como el de armas de Eibar. Buscan, fundamentalmente, ejemplares de valor histórico. A veces, los encuentran», precisa un mando policial.
Variedad
Algunas de las piezas que se exhiben son realmente singulares. Destaca en la exposición de este año una escopeta Billing, provista de dos cañones, uno de 12 milímetros y otro de 22. «Esta clase de armas son relativamente comunes en los países de Centroeuropa, como Alemania y Austria. Es un arma peculiar porque cuenta no sólo con dos cañones de diferente calibre, sino que dispone de dos agujas percutoras», explican fuentes de la Guardia Civil. Dentro de las armas largas pueden verse igualmente rifles de caza mayor e incluso réplicas de fusiles que emplean ejércitos de algunos países.
La mayor parte del material pertenece a aficionados a la caza que no han renovado la preceptiva licencia, «aunque también se dan casos de cazadores que han fallecido, cuyos hijos no mantienen la afición y desean deshacerse de las escopetas», señala un miembro de la Guardia Civil.
Junto a escopetas y rifles, en la subasta entran también armas cortas, la mayoría revólveres. Casi todos ellos provienen de empresas de seguridad o vigilantes jurados que han renovado el material y pretenden deshacerse de los modelos antiguos. Otra parte de estas armas han pertenecido a personas que, por cuestiones profesionales o de otra índole, precisaban de un elemento para garantizar su seguridad. También hay una pistola de tiro olímpico y una réplica de un Colt del oeste.
Hasta ayer se habían depositado ochenta pujas y se estima que sólo entre el 25% y 30% del material será adjudicado. La subasta tendrá lugar el lunes próximo, a las 10.00 horas.

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