martes, 23 de junio de 2009

Quince años de cárcel para cada uno de los autores del asesinato de un guarda jurado en Mos


Los jueces fijan la misma pena para la persona que disparó que para su cómplice
La Audiencia de Pontevedra asumió ayer las penas solicitadas por el fiscal, y a las que se adhirió la acusación particular, contra los dos jóvenes declarados culpables de asesinar de dos disparos a un vigilante de seguridad del polígono de Mos. De este modo, Manuel dos Anjos Machado fue condenado a 15 años y medio de prisión por el crimen y a 12 días de localización permanente por una falta de hurto, mientras que a su amigo Roi Caride Ballesteros la Audiencia le impuso 15 años de cárcel.
Asimismo, además de las penas de prisión, el tribunal pontevedrés estableció que ambos encausados deberán abonar a la madre de Xosé Álvarez Nión, la víctima, una indemnización de 150.000 euros por los daños morales.
En la sentencia, según trascendió ayer, no se recoge ningún tipo de agravante o de atenuante de la responsabilidad penal.
De este modo, durante el juicio se determinó que, el 15 de agosto del 2007, los dos acusados se desplazaron en un vehículo robado hasta el polígono industrial de Mos con la aparente intención de fumarse un porro. Al parecer, la presencia del vehículo en la zona en un día festivo despertó las sospechas del vigilante de seguridad, natural de Vigo y que tenía entonces 22 años.
Todo parece indicar que el guarda tomó una serie de notas del turismo en el que iban quienes luego fueron sus verdugos. Instantes después, Manuel dos Anjos cogió una carabina que le había sustraído a su tío y se dirigió al vehículo donde se encontraba Xosé Álvarez.
Los disparos
Mientras Roi Caride se colocaba delante del coche para, supuestamente, impedirle o, al menos, dificultarle la huida, su amigo realizó el primero de los dos disparos mortales. Este proyectil alcanzó al guardia en la cabeza, mientras que el segundo, realizado a bocajarro, fue efectuado después con el cañón colocado sobre su cuello. Nada más consumar el crimen, el autor material de los disparos se hizo con un teléfono móvil de la víctima, con el que, según los investigadores, se llegaron a realizar algunas llamadas.
Reacciones
Tras conocer la resolución de la Audiencia de Pontevedra, la abogada de la acusación particular, Marta Mondéjar, reiteró sentirse satisfecha del resultado, dado que «el objetivo era que condenasen a los dos». «Creo que la sentencia es justa», añadió.
En este sentido, precisó que el desafío más importante que tenía cuando comenzó el juicio fue el de «hacer comprender al jurado popular que el que no había disparado era igual de culpable que el autor material. Estaban juntos en esto y actuaron de mutuo acuerdo». Asimismo, confirmó que no tenía intención de recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

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