martes, 23 de junio de 2009

El incendio obliga a Sálica a parar la actividad de unos 200 operarios


Un cortocircuito sigue siendo la principal hipótesis de la causa del fuego que afectó a la fábrica de A Tomada

La empresa de A Pobra confía en que la depuradora, que quedó calcinada, esté operativa en diez días

Negro carbón. De ese color se pintó el fin de semana en Barbanza, con 48 horas en las que se contabilizaron dos incendios en instalaciones empresariales, amén de pequeños focos forestales. A ellos hay que añadir también un fuego que afectó, en la mañana de ayer, a un garaje de Ribeira. El rosario de llamas empezó el sábado en una planta de Oleiros, donde quedaron calcinadas toneladas de residuos que esperaban para ser reciclados. Solo unas horas después, la mañana del domingo, la que se tiñó de negro fue la depuradora de la empresa Sálica Alimentos Congelados. Ayer, desde esta conservera pobrense indicaban que, a causa de lo sucedido, la plantilla, de 200 personas, paró su actividad principal.
Antonio Picher, director de la planta de Sálica, daba cuenta ayer de la situación a la que se enfrenta la empresa. Según indicó, «la depuradora quedó calcinada, muy afectada. El incendio tuvo consecuencias importantes y hoy tuvimos que parar la actividad principal. No podemos cocer atún, para evitar generar aguas residuales que empeoren la situación de las instalaciones donde se produjo el fuego».
De esta forma, según indicó Picher, algunos de los operarios estaban ayer dedicándose a labores de limpieza, envasado y etiquetado. Así será hasta dentro de unos diez días, que es cuando se prevé que esté arreglada la depuradora para volver a utilizarse.
Obras en marcha
Y es que el director de la planta indicó ayer que Sálica no perdió ni un solo minuto para intentar arreglar lo que las llamas habían destrozado. Tanto es así que el mismo domingo se aprovechó para contactar con los proveedores, y ayer ya se estaba trabajando en la reparación de la depuradora.
En cuanto a las pérdidas económicas derivadas del incendio, Picher indica que la empresa todavía no está en condiciones de hacer una valoración. En todo caso, asegura que «son importantes». Por el momento, el gerente de Sálica tampoco se atreve a afirmar rotundamente qué fue lo que provocó las llamas. Sin embargo, sí apunta que «parece que pudo haber un cortocircuito u otro fallo eléctrico, pero eso no es seguro al 100%».
Dentro de la fatalidad de que las llamas calcinasen la depuradora, se dio la fortuna de que, nada más empezar el foco, el vigilante de seguridad de la firma se dio cuenta del percance y ya dio aviso al 112. Eso derivó en que los bomberos llegasen rápidamente y pudiesen atajar el fuego antes de que pasase de la nave anexa, donde se ubica la depuradora, a la principal.En el incendio llegaron a trabajar tanto los bomberos de Ribeira como los de Boiro quienes, aunque controlaron el foco en poco tiempo, tuvieron que permanecer en la zona una hora más por temor a que las llamas pudiesen reproducirse.

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