Burgos se queda con el 85% de los cursos que se otorgan a la provincia

Sólo hay cuatro previstos en Miranda a pesar de que el número de parados supera los 3.000
A pesar de que el número de desempleados en Miranda crece a un ritmo preocupante lo cierto es que esta cifra no irá acompañada de una programación adecuada en la ciudad relativa a cursos de formación y de reciclaje subvencionados por el Ecyl. Los datos hablan por sí solos. De los 76 cursos previstos en el 2009-2010 en toda la provincia sólo cuatro han sido adjudicados a Miranda.
La única variedad programática que se ofrece es la de electricista industrial y la de tornero fresador, atendiendo así a un máximo de 60 desempleados en el Instituto Industrial de Miranda. Un serio agravio comparativo si se extrapolan los datos a la capital, Burgos, donde contarán con 61 cursos de todo tipo como vigilante de seguridad, atención sociosanitaria a personas dependientes, auxiliar de enfermería, fontanero, programación de aplicaciones informáticas, técnico de sonido o cocinero, entre otros muchos.
Pero además Burgos tiene a sólo siete kilómetros una localidad convertida en un barrio residencial, Villalbilla, que a pesar de contar con sólo 48 desempleados tiene el privilegio de haber logrado seis cursos para 90 desempleados, es decir, que los desempleados de esta localidad podrán realizar varios cursos. Mientras, en Miranda sólo habrá dos distintos a repartir entre 3.000 personas.
Un reparto equitativo en función del número de desempleados en cada una de las localidades demandantes hubiera hecho que la comarca de Miranda habría tenido acceso al menos a trece cursos, ya que el ratio se sitúa aproximadamente en un curso por cada 228 desempleados. Sin embargo, los parámetros empleados por la Junta entran dentro de un sistema de puntuaciones.
Esta situación sin duda supone un fuerte revés para los parados mirandeses que, en caso de querer recibir formación tendrán que pagársela de su propio bolsillo o desplazarse hasta la capital con el fuerte desembolso que ello supone en transporte. Y eso en el mejor de los casos si llegaran a ser admitidos.
Otros de los grandes perjudicados serán las academias mirandesas ya que no han recibido ningún curso este año a pesar de cumplir todos los requisitos, recibir medias de puntuación de su alumnado superior al 8 y un índice del 100% de colocación en cursos como el de vigilante. Además, deberán despedir a personal.