jueves, 11 de junio de 2009

Inquilinos con demasiadas visitas


Vecinos de un edificio de Altabix cuelgan pancartas para exigir el cierre de una casa de citas
La comunidad contrata un guarda jurado e instala cámaras de seguridad
De los balcones de todas las viviendas del número 28 de la calle José Luis Navarro Campello, excepto de una, cuelgan pancartas solicitando el cierre de la casa de citas que lleva seis meses funcionando en el bloque. Los vecinos de este edificio, junto a la carretera de Alicante, están dispuestos a «empapelar» la fachada y algunos incluso se han atrevido a colgar muñecas hinchables para conseguir su propósito.
Aseguran que llevan 19.000 euros gastados en la contratación de un vigilante jurado y la instalación de cuatro cámaras de seguridad. Se quejan de las molestias que ocasiona esta actividad al vecindario. Protestan porque el piso en cuestión no dispone de una entrada privada, por lo que los supuestos clientes y prostitutas acceden al recinto «por el mismo lugar donde están jugando niños pequeños».
«Además algunos orinan en los maceteros, se confunden y llaman a casa de la vecina que se encuentra en la misma planta a altas horas de la madrugada, algunas vecinas tienen que soportar comentarios groseros de los clientes que se encuentran en los ascensores o el rellano y ya se han denunciado agresiones por parte de los proxenetas a dos mujeres que residen en la urbanización», alegaron.
Vivienda alquilada
Añadieron que, además, «la Policía estuvo aquí esta semana y se llevó a una mujer detenida, no sabemos si por ser menor de edad o porque no tenía papeles», comentó uno de los afectados, quien precisó que también sospechan de que se trapichea con droga.
La vivienda está alquilada y los miembros de la comunidad contactaron con el dueño para explicarle la situación y pedirle que dé una solución. «En un principio dijo que estaba con nosotros, pero no hemos vuelto a saber nada del propietario desde mayo», agregaron.
Desde que esta semana comenzaron a colgar las pancartas, se han producido algunos conatos de enfrentamiento entre vecinos y los arrendatarios del piso. El dueño de uno de los pisos de la primera planta sospecha que estos últimos han lanzado huevos a su terraza y aseguró que mantienen una actitud de burla cuando coinciden con el resto del vecindario. Además, los papeles que habían colocado advirtiendo a los clientes en la puerta de entrada desaparecieron, según la comunidad.
«A declarar de testigo»
Por esta razón, el bloque ha desplegado un gran cartel a la entrada, colgado de la primera planta, para disuadir a la clientela de que suba al piso. En él advierten de que la casa de citas «está bajo denuncia civil y penal» y les avisan de que «una vez arriba usted puede que se encuentre con la Policía y sea llamado a declarar como testigo». Asimismo les alerta de que hay instaladas cámaras de seguridad.
Uno de los vecinos precisó que éstas se encuentran situadas en el aparcamiento, «puesto que a algunos de los clientes se les facilita la entrada por allí», también hay en la entrada principal del bloque de viviendas y en las demás puertas de acceso a la urbanización.
«Queremos que abandonen el piso y se vayan de aquí y no vamos a parar hasta que lo consigamos», aseveraron algunos de los afectados, quienes indicaron que los 49 vecinos están unidos en esta lucha y denunciaron que los inquilinos de la casa de las citas «han intentado sobornarnos, nos dijeron que si les dábamos 15.000 euros se marcharían».

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