sábado, 1 de agosto de 2009

Investigan si los etarras llevaron las bombas a Mallorca en mochilas en un ferri desde Dénia o Valencia


La Guardia Civil realiza indagaciones en las navieras y peina lospuertos deportivos de la Comunitat en busca de pistas de los asesinos

Las fuerzas de seguridad volvieron a peinar ayer toda Mallorca en busca de los etarras que asesinaron a los dos guardias civiles. Los agentes realizaron indagaciones en inmobiliarias, puertos deportivos, empresas de alquiler de vehículos, hoteles, pensiones y cualquier lugar donde los terrorista pudieron hacer una gestión relacionada con el viaje a la isla.
Pero las investigaciones no se centran sólo en las islas Pitiusas, sino que se extienden a la Comunitat Valenciana ante la posibilidad de que los etarras hubiesen embarcado en el puerto de Dénia, donde el equipaje de mano no pasa ningún control de escáner.
LAS PROVINCIAS fue testigo ayer, entre las cuatro y las cinco de la tarde, cómo embarcaban los 870 viajeros del ferri Federico García Lorca -de la naviera dianense Baleària- rumbo hacia Ibiza y Palma de Mallorca.
En la cola de la escalera de acceso al barco, varios policías nacionales y guardias civiles controlaban con atenta mirada a los viajeros mientras un perro adiestrado olfateaba el equipaje de mano de todo el pasaje.
A nadie le llamó la atención esta mayor presencia policial, ya que hacía apenas 24 horas que se había perpetrado el atentado en Mallorca. «Estamos tranquilos», comentó un turista que viajaba con destino a Ibiza. Ya en plena travesía, una pasajera explicó por teléfono cómo había pasado dos controles en tierra. «En el primero me pidieron el billete, y en el segundo solicitaron el DNI y rompieron parte del billete», manifestó la mujer.
«Una vez ya dentro de barco, lo que hicimos es buscar sitio para sentarnos, pero ni nos han registrado los bolsos ni nada por el estilo. Vamos muy tranquilos y con ganas de llegar», añadió.
Según fuentes de Baleària, en sus barcos no hay control de equipaje con escáner porque no es un requisito obligatorio. «De hecho, ningún barco de España de pasaje de línea regular tiene escáner hoy en día. Estos sistemas de seguridad están en tierra en los mismos puertos», matizó un portavoz autorizado de la naviera. Lo que sí llevan este tipo de ferris a bordo son agentes de la Policía Nacional de paisano para velar por la seguridad de los pasajeros.
Pero el puerto de Dénia, aunque las fuerzas de seguridad llevan un férreo control de los vehículos, maletas y pasajeros, tampoco dispone de un aparato de rayos X detector de explosivos.
Un vigilante de seguridad, que depende de la Generalitat Valenciana, controla el pasaje y realiza un servicio de vigilancia sin arma de fuego.
Los grupos de información de la Guardia Civil y la Policía Nacional tratan de averiguar cómo entraron en Mallorca los terroristas con las bombas lapa y temporizadores. Los expertos en la lucha antiterrorista mantienen abiertas varias líneas de investigación.
Una de ellas contempla la posibilidad de que los etarras hubieran viajado a la isla en alguno de los ferris que zarpan diariamente desde Dénia, cuyo puerto tiene menos vigilancia que el de Valencia.
Otra hipótesis es la supuesta utilización de una embarcación de recreo que habría llegado a Mallorca procedente de cualquier puerto del Mediterráneo.
Y la tercera línea de investigación se centra en el puerto de Valencia, donde los vehículos que embarcan en los ferris no pasan tampoco ningún control de escáner. Los automóviles son revisados casi todos los días por agentes de la Guardia Civil con perros adiestrados para la detección de explosivos.
Pero al igual que ocurre en Dénia, todos los días no se puede realizar el servicio con el can entrenado para marcar los equipajes sospechosos. La falta de personal o la coincidencia con otros servicios urgentes obliga a cambiar los planes de control del pasaje.
Esta laguna en la vigilancia no habría pasado desapercibida para los terroristas en el hipotético caso de que hubieran subido a un ferri en Valencia o en Dénia.
Mallorca, objetivo de ETA
El atentado perpetrado en Mallorca el pasado jueves era un objetivo prioritario de la banda terrorista desde el año 2000, cuando intentó explosionar un coche bomba en el ferri que cubre la línea Valencia-Ibiza.
Pero los investigadores no descartan que aquel vehículo cargado con unos 100 kilos de explosivos se dirigiera a Mallorca, donde el hipotético atentado habría tenido una mayor repercusión internacional debido al turismo y a los frecuentes viajes de la familia real a la isla.
Los terroristas lo volvieron a intentar en 2007, pero se vieron obligados a explosionar la autocaravana bomba en Les Coves de Vinromà tras localizar la Guardia Civil el vehículo. El etarra Mattin Sarasola confesó que recibieron órdenes de atentar en Oropesa, pero la policía sospecha que su verdadero objetivo era Mallorca.
Tras dos intentos fallidos de embarcar en la Comunitat sendos coches bomba en 2000 y 2007, los investigadores creen que la banda ha logrado en esta ocasión burlar los controles portuarios en Dénia o Valencia. Ahora, la máxima prioridad es localizar dos furgonetas robadas en Francia, una Kangoo blanca y una Citroën Berlingo blanca o verde, que ETA podría haber cargado con explosivos

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