lunes, 24 de agosto de 2009

Cobraban hasta por los errores que cometían


En todas las grandes obras es habitual que los obreros cometan errores porque es frecuente que no se sepa interpretar los planos. Pero el coste de estos errores los suele asumir el constructor, no el cliente. En el proceso de construcción del Palma Arena también se cometieron estos errores. Los obreros derribaron un muro por error. Pero la UTE, en vez de asumir el coste de este derribo, lo cargó al consorcio. Le presentó una factura de más de 20.000 euros por el derribo del pilar.
Esta factura no es más que una muestra de los muchos gastos que se han inflado. A los investigadores de la Policía les ha llamado la atención que la UTE facturara los servicios de seguridad durante el campeonato del mundo de ciclismo, cuando se trata de una empresa constructora, no de servicios. Los vigilantes suelen cobrar la hora de trabajo a unos diez euros, pero en este caso la UTE las facturó a 40 euros. El gerente, que fue detenido, justificó este sobrecoste en que la empresa había tenido que dar formación a estos vigilantes, que se encargaron de controlar la seguridad de la instalación deportiva.

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