martes, 18 de agosto de 2009

Confusión y falta de formularios en el arranque de las nuevas ayudas al paro


Muchos demandantes se quedan fuera porque agotaron el subsidio antes de agosto
"Sí, sí, está en el BOE, pero los formularios todavía no han llegado. Vuelva a finales de esta semana". Así despachaba ayer una vigilante de seguridad a los cientos de personas que se arremolinaban a las puertas de una oficina del servicio público de empleo en Madrid. La dispensadora de turnos entregaba el 241. La pantalla llamaba entonces al 78. Motivo de tanta afluencia: las oficinas de empleo empezaban a tramitar las nuevas ayudas de 421 euros mensuales para quienes han agotado las prestaciones de paro. El primer día de gestión anduvo entre la confusión -muchos solicitantes se marchaban sin nada al conocer los requisitos- y la irritación: varios centros no disponían de los impresos y los empleados desconocían las condiciones.

Uno de los principales motivos del desconcierto es que la mayoría ignoraba que a la nueva ayuda sólo tienen acceso quienes hayan agotado su prestación desde el 1 de agosto. Además, la celeridad con que el Gobierno ha lanzado esta medida -la aprobó el pasado jueves, el sábado se publicó en el Boletín Oficial del Estado y ayer entraba en vigor- provocó desconcierto entre los propios funcionarios y aglomeraciones en las oficinas de empleo.

Javier Orduña, secretario general del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo Inem), explica que se mandaron los formularios a las 9.45 horas a todos los directores provinciales. "Se ha notado mayor afluencia en las oficinas y la confusión característica del primer día de gestión, pero los impresos han llegado con normalidad", añade.

El alto cargo del Ejecutivo destaca a su vez que los requisitos para acceder a las ayudas estaban claros desde el primer momento y que aquellos que no los cumplían han sido ahora informados. "Mañana [por hoy] empezaremos a mandar mensajes de móvil o cartas a aquellos que pueden acceder a la solicitud", explica Orduña, que redondea en 35.000 los envíos diarios que se van a hacer. El Ejecutivo calcula que se beneficiarán 338.000 personas a lo largo del plan.

Pero las oficinas de las grandes ciudades han registrado episodios similares a los de Madrid. "Vienen muy desorientados. Ninguno sabe que esto sólo se aplicará a aquellos a los que se les haya acabado la prestación en agosto, y tramitar, hemos tramitado muy pocas solicitudes", explica un informador de una oficina del servicio público de empleo en Barcelona. Es lo que le ocurrió a Andrea, una ecuatoriana de 24 años que se marchó de la oficina como había llegado, ya que la prestación por paro se le acabó en mayo, tras haber perdido su empleo como auxiliar de un hospital de la ciudad.

En Vitoria, el enfado de varios de los solicitantes era parecido. "No tiene sentido, yo que llevo 18 meses desde que se me acabó el paro, tengo más necesidades que la gente a la que se le acabó hace 17 días. No es justo", se mostraba contrariado Álvaro.

A las 9.30 de la mañana ya había unas 40 personas esperando. Como Álvaro, la mayoría abandonaba las oficinas del Inem en Vitoria con una gran decepción. "Todavía no he concedido ni una sola ayuda", contaba un funcionario de los puestos de atención al público. "La mayoría de la gente no tiene ingresos desde hace meses", explicaba.

En la oficina de empleo de la calle Alfonso XII de Sevilla había ayer dos pantallas de ordenador permanentemente encendidas en las que estaban escritos en letra grande los requisitos necesarios. Se pusieron para evitar la confusión que se creó a lo largo de la mañana. Muchos fueron a probar suerte sin la información suficiente. Los que cumplen el perfil para recibirlas tendrán que esperar a que lleguen los impresos a las oficinas para empezar a cobrar.

Los formularios tampoco llegaron a las oficinas del Inem en la calle Artes Gráficas de Valencia. "Debe ser porque el decreto se aprobó el sábado y hay cierto retraso", afirmaron desde la Delegación del Gobierno. "Les decimos que vengan dentro de 3 o 4 días, ya que hoy no les podemos dar ningún papel. No tenemos más información", afirma una de las empleadas.

En Santiago de Compostela, los funcionarios de una de las oficinas recibían desorientados y sin material a los primeros solicitantes. Al término de la jornada muchas oficinas todavía estaban recibiendo los formularios, incidencia que entorpeció la actividad de los empleados durante las primeras horas.

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