lunes, 31 de agosto de 2009

Tercer robo en Gucci


La tienda de lujo de Serrano vuelve a sufrir otro asalto - Los ladrones se apoderan de una veintena de bolsos
"¿Otra vez han robado en esta tienda?". La pregunta se la hace con cara de asombro una mujer de unos 70 años que pasa, con bolsas en las manos, frente a la tienda de Gucci. Casi no se para, porque la escena ya se la conoce de las dos veces anteriores que esta tienda de lujo de la calle de Serrano (distrito de Salamanca) ha sido asaltada en menos de 16 meses. Los ladrones se apoderaron ayer de una veintena de bolsos, cuyo valor oscila por unidad entre los 3.000 y los 8.000 euros, según fuentes del sector.

Eran las 7.45 cuando un turismo Volkswagen Golf gris paró junto al número 49 de la calle de Serrano, esquina a José Ortega y Gasset. De él se bajaron dos hombres que se dirigieron directamente a la entrada de la tienda. Reventaron el cierre de la puerta y destrozaron las puertas de cristales de la entrada. Según se aprecia en las imágenes, el robo no duró más de dos minutos. Los asaltantes estaban perfectamente organizados, según fuentes policiales. Mientras uno de ellos entraba, el otro le esperaba en la puerta a que le trajera los bolsos a la entrada del establecimiento. Luego los metía en el coche. El tercero se quedó a los mandos del turismo.

Durante el robo, uno de los asaltantes tiró al suelo un expositor de relojes. De esta forma pudieron subirse a él y acceder a los bolsos que estaban más altos en las vitrinas. En esta ocasión, no se interesaron por las gafas y los relojes como en los robos anteriores.

El vigilante de seguridad de una entidad bancaria cercana fue el que avisó a la policía y pudo dar los detalles del turismo utilizado. Agentes en moto de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana, conocidos como alazanes, vieron cómo el Golf huía por el paseo de la Castellana, pero les fue imposible darle alcance. Según fuentes del caso, iba a gran velocidad y se saltó varios semáforos en rojo. Después le perdieron la pista al entrar en la M-30 o la M-40. La policía investigaba ayer si el vehículo había sido robado y la zona en que la pudo ser sustraído.

A mediodía de ayer, los empleados de Gucci recogían los añicos en los que quedaron convertidos los cristales de la puerta. Después colocaron varios cartones para tapar la entrada hasta que hoy sean repuestas las vidrieras. También colocaron dos vallas de las obras cercanas con la intención de aumentar la seguridad. Directivos de la empresa no quisieron hacer declaraciones de lo ocurrido. Esperaban a hacer un inventario detallado y conocer el valor de lo sustraído.

Agentes de la Policía Científica hicieron la inspección ocular del local a primera hora de la mañana. También recogieron las cintas de las cámaras de seguridad de la tienda. Fuentes del sector indicaron que éste es el segundo robo importante que sufre la llamada milla de oro en lo que va de mes. "Hace unos 15 días también entraron en la firma Prada y se llevaron bastante mercancía", añadieron estas fuentes.

Las obras que sufre la calle de Serrano han hecho que los ladrones cambien su forma de actuar. Las zanjas y las vallas que hay en la zona de lujo de Madrid hacen casi imposible cometer un alunizaje (empotrar un coche contra el escaparate), como le ocurrió a Gucci el 7 de mayo y el 7 de julio del año pasado.

Para eludir las obras, los ladrones utilizan grandes barras de hierro, como las empleadas en el robo de ayer para destrozar las cristaleras de entrada. Y eso, pese a que se trata de vidrios de seguridad de gran grosor.

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