El presidente de la asociación del barrio, Gerardo Crespo, asegura que los voluntarios que reclute no recurrirán a la violencia, aunque espera que intimiden a los clientes de los locales nocturnos
PABLO LÓPEZ | A CORUÑA El Ayuntamiento y la Policía Nacional advierten de que las patrullas ciudadanas para vigilar los barrios, como las que amenazan con organizar los residentes de El Ensanche para controlar el ocio nocturno en el entorno de la plaza de Vigo, son ilegales por atentar contra el derecho al libre disfrute del espacio público.
Concello y agentes alertan de que este tipo de iniciativas suelen desembocar en altercados violentos y aseguran que las fuerzas de seguridad actuarán contra cualquier grupo de voluntarios que intente impartir justicia por su cuenta.
"Sin duda alguna, es algo al margen de la legalidad. Nadie puede impedir el derecho a deambular y estas patrullas, de formarse, lo van a intentar. Me imagino que no pedirán las cosas por favor", comentó una portavoz de la Policía Nacional, que precisa que los residentes no tienen derecho a asumir como propio un trabajo que les corresponde exclusivamente a las fuerzas de seguridad.
El concejal de Seguridad Ciudadana, Florencio Cardador, advirtió de que el Ayuntamiento "no tolerará" que los vecinos cumplan sus amenazas. "En un estado de derecho no caben este tipo de patrullas, ya que la protección está en manos de las fuerzas de seguridad. El Ayuntamiento y las autoridades competentes no van a tolerar esta iniciativa vecinal", dijo.
Cardador criticó al presidente de El Ensanche, Gerardo Crespo, al que acusa de "hacer política" y de actuar de forma irresponsable. El dirigente vecinal, tras conocer estas declaraciones, contestó que lo único que pretende es defender a los vecinos ante los errores cometidos por el Gobierno local.
El presidente de la asociación de vecinos de El Ensanche aseguró que las patrullas que pretende organizar -para las que ya se han apuntado más de treinta residentes- jamás actuarán con violencia, aunque precisó que su objetivo principal será "intimidar" a los jóvenes para impedir su entrada en los locales nocturnos.
"Las actuaciones tienen como objetivo evitar que los locales de la calle Pintor Joaquín Vaamonde se llenen a altas horas de la madrugada. Intentaremos impedirlo pacíficamente y sin recurrir a la violencia. Se trata de intimidar", declaró Gerardo Crespo.
La asociación de El Ensanche prevé complementar las patrullas de voluntarios con guardias privados de seguridad, que acecharán desde el interior de los portales e intervendrán si alguno de los vecinos sufre una agresión.
"Ya hablamos con empresas de seguridad privada, pero los guardias tendrán que estar dentro de los portales, porque es ilegal que vigilen desde la calle", comentó el dirigente vecinal.
El Gobierno local y la policía no han sido los únicos que han criticado la medida que planean emprender los vecinos de El Ensanche. Residentes de zonas que también padecen las molestias del ocio nocturno, como la Ciudad Vieja y el Orzán, opinan que el surgimiento de grupos de ciudadanos que vigilen las calles provocará un aumento de los altercados nocturnos.
"Sería un precedente peligroso, porque la experiencia nos dice que este tipo de actuaciones suelen ir a más. La policía tiene que hacer su trabajo y lo único que deben hacer los vecinos es denunciar y protestar insistentemente. Crear patrullas ciudadanas supone dar poder a personas a las que se les puede escapar de las manos", lamenta la presidenta de la asociación de vecinos Ensenada do Orzán, Aure López.
Los residentes de la Ciudad Vieja también califican la propuesta del presidente de El Ensanche como "preocupante". La presidenta de la asociación del casco antiguo, Rosa Quiroga, sugiere a los afectados por los altercados nocturnos que organicen una manifestación frente al Ayuntamiento en vez de formar una "policía paralela".
"A mí no me parece bien que los vecinos se tomen la justicia por su mano. Lo que hay que hacer es recurrir al Ayuntamiento y a la policía para exigir el servicio por el que pagamos todos los ciudadanos. Estamos en el siglo XXI y no en el salvaje Oeste", declaró la presidenta vecinal.
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