domingo, 15 de marzo de 2009

Un incendio quema dos naves de la fábrica de Coca Cola en Mallorca


El fuego se declaró de madrugada y calcinó varias toneladas de material de publicidad y promoción de bebidas

J.F. MESTRE/B. PALAU. PALMA. Un aparatoso incendio destruyó ayer dos naves de la empresa Cobega, fabricante y distribuidor en Mallorca de refrescos de Coca Cola, entre otras marcas, que están situadas en el Camí Fondo, en la barriada del Coll den Rabassa, en Palma. Aún se desconoce el origen del fuego, porque está pendiente de una investigación policial, pero todos los indicios apuntan a que se trató de un cortocircuito. Los daños, muy cuantiosos, aún no han sido valorados por la empresa.
El fuego fue descubierto poco después de la medianoche de ayer. En estas naves, según explicó ayer el portavoz de la empresa, Gabriel Mulet, se almacenan sobre todo productos de publicidad y promoción, así como palés de bebidas que no se fabrican en Palma y que son enviadas desde otras plantas de la Península.
Aunque el fuego quemó miles de estos productos publicitarios, como podrían ser vasos, camisetas, mecheros o sombrillas, entre otros, el valor de estos objetos no era muy elevado. El portavoz Gabriel Mulet señaló que lo importante es que el fuego no afectó al proceso de fabricación de las bebidas refrescantes. "El lunes podremos servir los productos a nuestros clientes como cualquier otro día", señaló.
Fue el vigilante de seguridad de la empresa el que avisó a los bomberos. El aviso se recibió poco antes de la una de la mañana, pero posiblemente el fuego se inició varias horas antes, pero al tratarse de una nave cerrada no fue detectado hasta esa hora. En cualquier caso, cuando se declaró el siniestro no había ningún empleado trabajando en estas naves, por lo que no hubo que lamentar ningún herido. Sólo hubo que lamentar daños materiales, que aún no se han valorado.
Los palés de madera, así como las cajas de cartón y otros productos combustibles, ayudaron a la propagación de las llamas. Cuando los bomberos llegaron al lugar el fuego había alcanzado tanta fuerza que ya era imposible salvar la estructura de las naves, que están situadas junto a la autopista del aeropuerto. La prioridad era que las llamas no se extendieran por el resto de la fábrica, sobre todo por la zona de producción de las bebidas, donde se depositan productos que hubieran añadido un mayor peligro al trabajo de los bomberos.
En la extinción acudieron prácticamente todos los efectivos de los bomberos de los parques de la Platja de Palma, el central y el de sa Taulera. La situación era complicada por la carga de fuego a la que se tenían que enfrentar y se solicitó ayuda a los bomberos del Consell, que enviaron varios efectivos del parque de Llucmajor para colaborar en la extinción del fuego. La empresa Emaya también envió cuatro camiones cisterna para proporcionar el agua suficiente para sofocar las llamas.

Altas temperaturas

Fuentes de los bomberos señalaron ayer que las temperaturas que se alcanzaron en estas dos naves, que cuentan con una superficie aproximada de 1.500 metros cuadrados, fueron tan altas que fundieron las vigas de aluminio que componían la estructura. El techo estaba construido con un material de lona, muy combustible, que también ayudó a que el fuego se propagara con mayor rapidez. Se escucharon algunas detonaciones en el interior de las naves, ya que el calor hizo que los vasos publicitarios de cristal, botellas de plástico y latas de refresco explotaran por las altas temperaturas. En cualquier caso, dichas explosiones no provocaron ningún tipo de daño personal, según indicaron los bomberos.
El gran despliegue que se organizó, en el que también participó la Policía, logró que el fuego fuera controlado en apenas una hora. Durante este tiempo se arrojaron miles de litros de agua sobre el grueso del incendio, que poco a poco fue perdiendo fuerza hasta que quedó extinguido. De los productos que se guardaban en este almacén de la empresa que fabrica las bebidas de Coca Cola apenas se salvaron algunas palés. El techo quedó arrasado y las vigas de aluminio que sostenían la estructura quedaron dobladas por las altas temperaturas. Durante toda la jornada de ayer un retén de los bomberos se quedó en la fábrica refrescando los rescoldos para evitar que el fuego volviera a prender. Se fue removiendo los productos que quedaron calcinados para impedir así que algún foco pudiera reavivarse. Esta tarea de control continuará posiblemente durante la jornada de hoy. Sobre las causas del siniestro ningún responsable de la empresa quiso aventurar ninguna hipótesis, ya que se está pendiente del resultado de la investigación. No será hasta que el fuego quede completamente sofocado cuando los peritos entren en la nave y busquen el foco principal del siniestro.
Fuentes próximas a las tareas de extinción señalaron que prácticamente está descartado que el siniestro fuera intencionado, ya que el foco inicial estaba situado en el centro de la estructura. Las fuentes señalaron que posiblemente el fuego se inició sobre las ocho de la tarde y que es normal que se tarde tantas horas en ser descubierto.

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