domingo, 15 de marzo de 2009

Exigen más seguridad en los centros de salud ´de riesgo´


Pese a que el Servicio Murciano de Salud cuenta con 135 vigilantes y 300 cámaras de vídeo, los médicos de familia demandan más medidas para evitar agresiones en las consultas

ANA GARCÍA. Las agresiones de pacientes a médicos, enfermeros y auxiliares aumentan año tras año, pese a que la consejería de Sanidad y Consumo y el Servicio Murciano de Salud (SMS) cuentan con planes específicos de prevención y seguridad y un mapa de riesgos sobre los lugares que registran más problemas, puntos negros en los que hay que aumentar los esfuerzos para evitar los conflictos.
Desde la Sociedad Murciana de Medicina Familiar y Comunitaria (Smumfyc), su presidente, Juan de Dios González, asegura que "las zonas calientes o de mayor riesgo" son las áreas I y II -Murcia y Cartagena-, y dentro de estas los barrios de Vistabella y La Paz, así como Los Mateos y la barriada Virgen de la Caridad, conocida popularmente como Las Seiscientas.
El doctor González afirmó que estos lugares de riesgo suelen coincidir con barrios en los que hay problemas sociales y familias desestructuradas. En este sentido, aseguró que "en la Sanidad hay mucha violencia y nos encontramos indefensos porque sólo nos separa del paciente una mesa", a lo que añadió que "en muchas zonas no se pueden colocar cámaras para preservar la intimidad del paciente, por lo que nos vemos solos".
Sin embargo, el Plan de Prevención de Agresiones a Profesionales Sanitarios del SMS especifica como medidas de seguridad apropiadas la instalación de dispositivos de alarmas internas, interfonos, timbres y sistemas de seguridad pasiva conectados con una empresa de seguridad.

Dispositivos para protegerse
Además, los centros de salud más conflictivos cuentan con cámaras de vigilancia, teléfonos móviles para las asistencias domiciliarias, cristales irrompibles, controladores de acceso y guardias de seguridad. Concretamente, los últimos datos de medidas de seguridad frente a agresiones del SMS cifran en 135 los vigilantes de seguridad que trabajan tanto en hospitales, como centros de salud, servicios de urgencias y demás instalaciones sanitarias. A este personal se suman también cerca de 300 cámaras de vídeo de vigilancia interior y exterior y un centenar de detectores de presencia.
El coordinador del centro de salud de Vistabella, José María Barba, explicó que los mayores problemas los tienen con los toxicómanos, "quienes vienen a que les demos tranquimacín que luego ellos venden en la calle", motivo por el que algunos facultativos de este centro ya han sido agredidos. Así, el presidente de Sociedad Murciana de Medicina Familiar destacó que los profesionales que están más expuestos a estas agresiones o enfrentamientos con los pacientes son los médicos y enfermeros, ya que mantienen un contacto más directo con ellos en las consultas.
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