El ‘Diari’ reunió en una mesa redonda a cuatro representantes de sectores implicados en el tema. Todos coincidieron en que Tarragona es una ciudad segura, pero los pequeños delitos y el vandalismo son dos asignaturas pendientes La seguridad es uno de los temas que más preocupan a los ciudadanos de Tarragona. Muchas veces la percepción no se basa tanto en los grandes hechos delictivos –asesinatos, atracos, violencia gratuita– como en los pequeños robos –normalmente hurtos– e incluso en muchas conductas incívicas que provocan entre la población la sensación de inseguridad.
El Diari reunió en una mesa a cuatro personas directamente relacionadas con el tema: el concejal de Seguretat Ciutadana, Carles Castillo; la intendente de los Mossos d’Esquadra, Teresa Laplana; el presidente de la Federació d’Associacions de Veïns de Llevant, Javier Quintana, y el abogado Xavier Escudé.
Entre las conclusiones del debate figura que Tarragona es una ciudad segura, pero la percepción ciudadana es la contraria. Los hurtos y los actos vandálicos son asignaturas pendientes, así como un aumento de los efectivos policiales.
REALIDAD O FICCIÓN
¿Hay inseguridad o sólo es una sensación? ¿La percepción de que se ha incrementado la delincuencia está justificada o es exagerada? ¿Por qué no se divulgan las estadísticas?
JAVIER QUINTANA
La zona de Llevant está alejada del centro y cuenta con una superficie de unos nueve kilómetros. Reconozco que es imposible tener efectivos suficientes para cubrir toda la zona. Si no tenemos Policia de Proximitat se tienen que buscar otros sistemas.
Ayer entraron a robar en casa de un vecino, mientras él no estaba. ¿Los robos no salen en los medios de comunicación porque no interesan, porque la Policía no lo dice o no tiene que divulgarlo? El tema de las estadísticas a todo el mundo le gustan. Son muy duras, pero no explican lo que realmente está pasando.
Es una cuestión de tiempo que algún día pase algo serio. Tenemos mucha inmigración, la crisis económica... En Río de Janeiro la gente te atraca en la calle porque lo necesita para comer. Tenemos que evitar que eso pase aquí.
Pago impuestos como un ciudadano con una primera residencia y quiero unos servicios de primera. El clima de inseguridad viene muchas veces a través de los medios de comunicación de carácter estatal. Tarragona es una ciudad segura y tiene que serlo todavía más.
Las cámaras de control en los accesos a determinadas urbanizaciones darían más seguridad a los vecinos. Tamarit y La Móra sólo tienen dos accesos. Se tendría que dejar una salida y controlar la otra.
TERESA LAPLANA
Es nuestro primer año de despliegue y no puedo hacer una valoración sobre si la delincuencia ha subido o bajado respecto a otros años. Ahora nos movemos por estadísticas mensuales. Pero no sólo con ellas, sino que también valoramos la percepción ciudadana a través de las reuniones con las entidades y colectivos.
Lo que está claro es que cuando un hecho delictivo pasa alrededor de uno, la sensación de inseguridad crece. Nosotros tenemos que mirar globalmente lo que ocurre en la ciudad. En las reuniones, las entidades nos dicen que se nota nuestra presencia, que se nos ve. Lo que sí podemos valorar es que desde noviembre han bajado los delitos violentos.
XAVIER ESCUDÉ
Discrepo en eso de que os veamos más –en referencia a los Mossos–. Reconozco que es un cuerpo policial nuevo, que se quiere profesionalizar. Nos falta policía de proximidad. Si se ha hecho un patrullaje por las masías, que tanto se quejan de los robos, daría una sensación de más seguridad el dejar una pegatina conforme por allí habían pasado los Mossos. Y serviría tanto para los inquilinos como para los ladrones.
En los núcleos con vecinos con un poder adquisitivo mediano –zona de Llevant–, muchas veces acaban contratando un servicio de vigilancia privada. Ello provoca que vayamos creando guetos de seguridad privada. El ciudadano, cuando duerme, tiene derecho a la tutela municipal, automómica o estatal que le permita estar tranquilo.
Reconozco también que existen personas que ven algún hecho punible o acto incívico y no lo denuncian ni lo comunican
CARLES CASTILLO
Tenemos que reconocer que desde los cuerpos policiales se cae en la autocomplacencia. La mayoría de veces la percepción de inseguridad y los datos reales no coinciden. Los datos objetivos nos dicen que no somos un territorio inseguro. Hay un nivel de exigencia muy alto debido al nivel de vida, a la comodidad...
Falta cultura de lo público. Nosotros no podemos hacer muchas veces lo que nos gustaría debido a la falta de medios y dinero. Estamos haciendo un esfuerzo enorme en cuanto a efectivos. El cambio organizativo de la Guàrdia Urbana que hemos empezado lo estamos haciendo quizá muy rápido. Nosotros no tenemos todavía los efectivos necesarios. Y creo que Mossos tampoco. En cuanto a los datos –estadísticos– policiales, sí que se dan con transparencia.
Sobre el modelo de patrullaje a pie por la zona de Llevant, no puede ser. El control de cámaras puede ayudar a complementar.
No todo se soluciona con más presencia policial. Hay otros campos, como campañas específicas de información, de autoprotección, para evitar ser víctima de un hecho delictivo.
En la percepción de inseguridad muchas veces tiene más peso el incivismo que los delitos. Por ello, la prioridad de la Guàrdia Urbana y su eje central tiene que ser luchar contra los actos incívicos.
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