lunes, 15 de junio de 2009

La seguridad en el trabajo


Francisco Javier Parra. Experto y analista en Seguridad
Esta semana todos nos hicimos eco de la "inestimable y buena fe", del Sr. Rovira, propietario de la Panificadora ROVIRA, ubicada en la zona de Levante en la que tuvo a un ciudadano de origen boliviano, sin contrato laboral, trabajando durante más de 10 horas y por un misero sueldo que para este empresario podría ser "calderilla" en comparación a la explotación e inseguridad laboral a la que tenía sometido al joven.

En compensación por los servicios prestados por este ciudadano, tras peder su brazo izquierdo en una amasadora de pan, el Sr. Rovira tuvo la deferencia de dejar a unos 150 metros de urgencias hospitalarias al joven, le dio tiempo a asesorarle en la mentira, tiró a un contenedor el brazo y limpió las pruebas resultantes de la desfachatez y la poca humanidad cometida por este "profesional" de la explotación de trabajadores y la estafa a la Seguridad Social.
Lenguas viperinas afirman que los extranjeros vienen a quitar el trabajo a los españoles. ¿No será que a algunos empresarios, no a todos, les sale mas barato contratar a un inmigrante abusando de su situación al no pagar seguridad social y un ridículo sueldo?.
Sirva esta introducción para hablar de la seguridad laboral, la cual falló en la panificadora a la que nos referíamos anteriormente y que por cierto, brilla por su ausencia también en Extremadura.

Si nos vamos a Cáceres o Badajoz capital, la seguridad quizá esté algo más controlada por los "escasos" inspectores de trabajo que existen en esta y otras comunidades.
Pero si nos damos una vuelta por los pueblos de la comunidad nos podemos encontrar con imágenes escalofriantes como las que podemos ver en esta imagen a un operario subido en una escalera a más de 5 metros de altura, sin las debidas medidas de seguridad y realizando tareas de albañilería.

Es probable que si este señor sufre un accidente laboral y no esté dado de alta o sepa que incumple la normativa legal sobre seguridad laboral, cuando acuda a urgencias hospitalarias manifieste que estaba trabajando en su casa, resbaló y cayó.

Imágenes como esta se repiten en Extremadura a diario y no hay un control sobre ello.
Independientemente de la falta de seguridad, también hay que referirse a aquellas personas que trabajan bajo la economía sumergida, también los que están de baja laboral y a la vez realizan trabajos a espaldas de las Mutuas de Accidentes de Trabajo.

En este último punto, decir que hasta no hace mucho tiempo, estas mutuas encomendaban a los Detectives Privados, el seguimiento de algunas personas sospechosas de estar trabajando a pesar de estar de baja.

Parece ser, nos informa la prestigiosa Agencia de Detectives INPLA, expertos en seguimientos de bajas laborales entre otros y ubicada en Cáceres, que las mutuas de trabajo han acortado presupuesto por lo que se han reducido los controles.

En definitiva, la seguridad y el control en el trabajo por parte de sus responsables, se resiente notablemente.
Creo que hay que tomar seriamente cartas en este asunto por el bien de las arcas de la Seguridad Social, de los propios trabajadores y de sus familias. Es el gobierno autonómico, el central y sobre todos los sindicatos, que están para algo mas que aparecer cuando truena "Santa Bárbara", los que deben promover un mayor control en este tipo de situaciones. La semana que viene mas.

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