martes, 17 de marzo de 2009

Los médicos quieren detectores de metales en los centros de salud para evitar agresiones con armas


a muerte de una doctora en Murcia cuestiona la seguridad laboral

El Sindicato de Médicos pide también alarmas en las consultas

CARMEN SANTANA LAS PALMAS DE GRAN CANARIA El Sindicato Profesional de Médicos de Las Palmas pedirá a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias que se instalen detectores de metales en la recepción de los centros de salud de la Comunidad Autónoma, además de alarmas en las consultas, unas medidas con las que se pretende aumentar la seguridad de los profesionales y de los propios usuarios de la red pública.


Con ese dispositivo se controlaría la presencia de individuos con armas u otros objetos que puedan lesionar a los profesionales, tal y como sucedió recientemente en un centro de salud de la región de Murcia, un episodio que arrojó como saldo una doctora residente muerta a causa de los disparos de un paciente.


Esas medidas son, junto a la presencia de personal de seguridad durante las 24 horas, la reivindicación de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CEMS) que entiende que es el momento de aumentar los dispositivos disuasorios tras el impacto provocado por el homicidio de la doctora en Murcia.


La vigilancia por agentes de seguridad privada está generalizada en los centros de salud y hospitales de Canarias. Según Isidro Rexachs, presidente del Sindicato Profesional de Médicos, "todos tienen vigilancia, pero es cierto que sólo un agente no puede afrontar todo el control".


Por eso, el sindicato médico entiende que la generalización de esa medida es la solución. "Aunque entendemos que no puedan ubicarse en todos al mismo tiempo. El criterio de la población de referencia de un centro, por ejemplo, puede ser el empleado en una primera cobertura".


Las medidas disuasorias podrían completarse con alarmas en las consultas, videocámaras, salidas alternativas en los despachos y un sistema de filtro de llamadas, según recomienda el sindicato. Además, también se propone a las administraciones sanitarias la disponibilidad de un acompañante sanitario en actividades de riesgo con pacientes que puedan resultar difíciles o conflictivos.


El sindicato médico recuerda que no existen protocolos de actuación conjunta con la policía local ni con las fuerzas de seguridad que garanticen la protección del personal sanitario que cubre las visitas domiciliarias.


Casi un 25 por ciento de los incidentes de violencia en el trabajo se producen en el ámbito sanitario, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y, de ellas, en torno a un 90 por ciento afectan al médico.

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