lunes, 9 de marzo de 2009

La Usal lidera la formación de detectives privados en España

Título propio. Cuenta este curso con 80 alumnos, muy por delante de las universidades de Barcelona y Alicante.
Para aprender a ser detective privado hay que venir a Salamanca. La Usal encabeza la formación de estos profesionales en toda España, ya que su título propio de Detective Privado cuenta este curso con 80 alumnos. Esta cifra es muy superior a las de otras universidades como la Autónoma de Barcelona o las de Almería y Alicante, que también imparten la formación obligatoria de tres años para conseguir la licencia profesional que concede el Ministerio del Interior. “Antiguamente no se exigía ninguna titulación y ahora salen formados en aspectos jurídicos y también tienen conocimientos que les pueden servir en la calle”, explica Ana Isabel García Alfaraz, una de las responsables del título.
EMILIO S. CÓFRECES

La aureola romántica que rodea a este oficio tiene poco de realidad aunque sigue ejerciendo tirón. “La gente sigue pensando en los detectives de las novelas, pero lo cierto es que no investigan delitos público sino asuntos privados”, afirma la profesora García Alfaraz. No obstante, estos estudios, que ya cuentan con 13 ediciones, deben su éxito a la “cada vez mayor demanda que la sociedad presenta tanto en asuntos privados como profesionales”, apunta. El segundo punto a favor de la Facultad de Derecho de la Usal es que ofrece desde hace cinco años la posibilidad de cursar las materias a distancia, opción que eligen unos 60 de los 80 alumnos. Este grupo se compone, fundamentalmente, de personas que pertenecen a cuerpos de seguridad, o trabajan como escoltas o vigilantes de seguridad. “Son personas que ven en el detective privado una profesión con futuro y una actividad lucrativa”, apunta García Alfaraz. Las buenas relaciones que existen entre la Facultad de Derecho y la Asociación Profesional de Detectives Privados son determinantes para que los alumnos puedan mejorar sus conocimientos a través de convenios para aplicar sus capacidades. De este modo se completa la formación práctica que el título brinda gracias al laboratorio de criminalística para analizar huellas. Asimismo, en el tercer curso de especialización en Detective, pues los dos primeros años son comunes a Criminología, se contemplan unas prácticas. En ellas, los estudiantes llevan a cabo una investigación sobre un supuesto caso en la calle, portando equipos de transmisión y realizando fotografías, y vídeos. “Después, en las aulas el profesor les enseña a montar los vídeos, a sacar las fotos importantes y a cómo seguir un coche y a qué hacer si lo pierdes”, expone García Alfaraz.

Todo ello les prepara para afrontar salidas profesionales en un “mercado que está abierto, porque los detectives viven muy bien y hay oportunidades para trabajar”, subraya. A este buen momento contribuye, paradójicamente, la crisis económica. “Los profesionales ahora llevan muchos asuntos de investigaciones mercantiles, para saber si la empresa con la que se va a firmar un acuerdo tiene liquidez”, recalca García Alfaraz. A la hora de incorporarse al mundo laboral es frecuente que los alumnos entren en alguna de las agencias con las que la Usal tiene convenios. También existe la opción de ser autónomos, aunque “el que monta una agencia se quema pronto y prefiere contratar gente”.

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