miércoles, 4 de marzo de 2009

Acusan a un joven de intentar matar a dos personas en el parking de una discoteca


El procesado admite una agresión como legítima defensa pero niega la segunda
L. E., Castelló
La Sección Primera de la Audiencia de Castelló juzgó ayer a J. C. S. acusado de intentar matar a un joven en el parking de una discoteca de Cabanes, así como a uno de los guardas de seguridad del establecimiento.
Los hechos sucedieron en la madrugada del 24 de marzo de 2002 cuando, por motivos que no se han concretado, comenzó una pelea entre varias personas. Según el fiscal, el procesado esgrimió una navaja y se la clavó a C. G. G."Yo me giré y me hizo eso", afirmó la víctima. "Fue un momento pero le vi. Si no me hubiera girado me hubiera agredido por detrás". Tras la agresión, el acusado se fue.
A continuación, J. C. S. fue perseguido por los tetigos de la agresión. Según explicó la segunda de las víctimas, el acusado, con una navaja en la mano insultaba y amenazaba de muerte a quienes tenía a su alrededor. "Me acerqué a él con la intención de tranquilizarle y me apuñaló con toda su fuerza, creo, porque el cuchillo entró 10 centímetros", manifestó el guarda de seguro. Éste dijo estar "segurísimo" de que el procesado fue quien le asestó el navajazo y recordó su mirada y sus ojos , "eso no se olvida en la vida", apuntó.
La primera de las víctimas sufrió una herida punzante en el abdomen, considerada mortal, y que hubiera provocado el fallecimiento del lesionado de no haber recibido asistencia médica urgente.
Sobre este punto, C. G. explicó que ha sufrido tres operaciones y ha estado casi dos años de baja. Por ello, reclama la indemnización que pudiera corresponderle.
El vigilante de seguridad también sufrió una herida incisa en el abdomen, de carácter mortal. Estuvo 36 días de baja pero fue a trabajar pese a tener la herida abierta "porque tuve una hija".
Los testimonios de las dos víctimas, que declararon en la vista oral, contradijeron las manifestaciones que con anterioridad había hecho el acusado. Éste, de acuerdo con el escrito de conclusiones de su abogado, manifestó que cogió un cuchillo del suelo para tratar de defenderse de "mucha gente que me estaba acometiendo". Según él, le pegaban y cogió la navaja "para apartarles". Matizó que no la utilizó "intencionadamente", pero reconoció que "sin intención puede ser que pinché a una persona". Negó que agrediera al vigilante y aseguró que fue golpeado por un grupo de personas, aunque no denunció. Aseguró que había bebido 10 ó 12 "cubatas".
En sus conclusiones provisionales, el fiscal solicita una condena de 13 años de prisión por dos delitos de homicidio intentados con la agravante de abuso de superioridad e indemnizaciones que suman 78.550 euros para las víctimas. La acusación de C. G. pidió 7 años y 6 meses por el mismo delito y 150.000 euros de indemnización, como mínimo. La segunda de las acusaciones solicitó 6 años y 73.000 euros. La defensa calificó los hechos como lesiones imprudentes pero aplicó la legítima defensa y la eximente incompleta por consumo de bebidas alcohólicas. Pidió la libre absolución.
El juicio continúa el viernes.

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