Tras protagonizar un crecimiento del 37% en el último lustro, el sector se enfrenta a cifras "procupantes"
El negocio de la seguridad privada en España ha sufrido una importante contracción en los últimos meses. De presentar un notable crecimiento estos años atrás, ahora éste es mucho más sostenido. Incluso, como señala Carlos Bañuelos, presidente de la Asociación Profesional de Compañías Privadas de Servicios de Seguridad (Aproser) y consejero delegado de Securitas España, “los datos del último trimestre de 2008 son preocupantes, pero mas preocupante es lo que llevamos de 20009 en el que la solicitud de servicios está disminuyendo considerablemente”.
El sector de la seguridad privada en España es otro de los daños colaterales del fin de la era de la gallina de los ladrillos de oro. Aunque ha incrementado su actividad en los segmentos de transporte y nuevas infraestructuras, el frenazo de la construcción residencial en un primer momento y el severo recorte de gastos al que se están viendo obligados sus empresas, clientes, cuando no la desaparición, están afectando gravemente a este segmento. Bastante lejos queda ya –en los resultados, que no en el tiempo- el quinquenio 2002/2007, en el que la facturación creció un 37%. En 2007 el crecimiento fuel del 7% y superó los 3.500 millones de euros.
Por actividades, casi el 65% de la facturación global corresponde a vigilancia; el 28 % corresponde a sistemas y alarmas y en tercer lugar, aunque no menos importante, hay que destacar el transporte de fondos. Los crecimientos últimos analizados fueron los siguientes: vigilancia creció un 6,5% con respecto al año anterior; sistemas y alarmas creció un 7,5% y transporte de fondos un 6,1%.
Según datos del Ministerio del Interior, a finales del primer semestre de 2008, el número de empresas autorizadas ascendía a 1.219, lo que significa 85 nuevas empresas con respecto a las mismas fechas del año anterior.
Fuente: La Gaceta
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