Unos ladrones asaltan la joyería del Hipercor de Sanchinarro en la Nochevieja
Un grupo de ladrones decidió celebrar las campanadas de Año Nuevo de forma diferente. Aprovechó que todo el mundo estaba pendiente del reloj de la Puerta del Sol para hacer saltar por los aires un escaparate del centro comercial Hipercor de Sanchinarro, en Hortaleza, y apoderarse de joyas por valor de un millón de euros. El asalto, con una planificación digna del guión de una película, contó con humos lacrimógenos y con tiros al aire por parte de los vigilantes de seguridad del establecimiento, que no lograron detener a los ladrones, según explicaron fuentes policiales. Agentes de la comisaría del distrito y especialistas de la Brigada Provincial de Policía Judicial se han hecho cargo de las investigaciones.
Los cacos esperaron los últimos momentos de 2010 para lanzarse a toda velocidad en varios coches de gran cilindrada rumbo al centro comercial. Justo cuando el reloj comenzaba a dar la bienvenida a 2011, los atracadores colocaron un pequeño artefacto de fabricación casera en el escaparate más próximo a la sección de joyería. Instantes después, el cristal, pese a ser de seguridad, saltó por los aires.
Los vigilantes de seguridad, que estaban tomándose las uvas, salieron corriendo hacia la zona por la que entraron, pero eso les llevó un tiempo, según fuentes policiales. Los ladrones iban armados con mazas y botes de humo, que lanzaron nada más entrar en el establecimiento, lo que provocó una densa humareda y que los rociadores de agua antiincendios saltaran y empezaran a regar toda la zona.
El primer balance que ha hecho la dirección del centro calcula que los ladrones se apoderaron de un millón de euros en joyas y relojes, ya que se dirigieron a las marcas más caras y con mayor prestigio. Según fuentes policiales, los responsables del establecimiento presentaron la denuncia por lo ocurrido la tarde del 1 de enero en la comisaría de Hortaleza del Cuerpo Nacional de Policía, tras hacer balance de las piezas que faltaban.
Los ladrones, cuyo número exacto seguía ayer por la tarde sin poder ser precisado por los investigadores, iban todos encapuchados para no ser identificados por las múltiples cámaras de seguridad que vigilan el gran almacén. La forma de actuar, según fuentes judiciales, era de profesionales. Se repartieron por los mostradores de los diversos concesionarios de grandes marcas de relojes y joyas. Algunas fuentes aseguraron ayer que tenían muy planificada la estrategia sobre adónde debía dirigirse cada uno de los miembros del grupo. Casi sin intercambiar palabra, la emprendieron a golpes hasta que hicieron saltar por los aires los expositores y pudieron apoderarse de todas las piezas de valor que hallaron a su paso.
Acudieron al escenario del robo dos vigilantes de seguridad, que se toparon con la densa columna de humo que les impedía meterse en la zona de joyería ante la total falta de visibilidad. Eso les llevó a sacar sus revólveres reglamentarios y efectuar varios disparos intimidatorios al techo para intentar que los ladrones depusieran su actitud. Fue en vano, porque los atracadores terminaron su trabajo. Cuando llegaron refuerzos, los asaltantes se estaban montando ya en los coches que habían dejado estacionados ante la entrada. Les estaban esperando al volante los conductores, que salieron de la zona quemando literalmente rueda. Cuando llegaron los primeros coches patrulla, no quedaba ni rastro de los ladrones. Habían huido por la autovía de Burgos y la cercana M-40, donde se les perdió la pista.
El establecimiento quedó destrozado, según fuentes de El Corte Inglés. La cantidad de agua que cayó por los rociadores hizo que la zona de joyería y la planta sótano quedara anegada, lo que destrozó parte de las oficinas y parte del servicio de Reprografía. Toda la sección estaba llena de los cristales rotos de los expositores y mostradores asaltados. El humo que hubo en la zona también causó sus desperfectos al manchar parte del techo. "Ha sido casi más grave, en proporción, todos los destrozos que han hecho en el centro que lo que se han llevado", destacaron fuentes de la cadena comercial.
Una portavoz de El Corte Inglés confirmó a EL PAÍS la forma en que se produjo el robo al subrayar la rapidez con que actuó el servicio de seguridad del centro. "A partir de ahí, ya se trata de un trabajo de la policía", recordó la citada portavoz.
Las investigaciones las efectuará la sección de Delitos Especialmente Violentos, especializada en la lucha contra los robos, atracos y secuestros, junto con agentes de Policía Judicial de la comisaría de Hortaleza. Se espera que a lo largo de hoy visionen todas las cintas grabadas por las cámaras de seguridad del centro y, en especial, las de los dispositivos que vigilan la sección de joyería y relojería.
Hipercor de Sanchinarro abrió ayer al público, en uno de los días de más venta del año, con total normalidad. Un equipo de técnicos trabajó todo el sábado para arreglar los daños con el fin de que para primera hora del domingo estuviera todo en perfectas condiciones. No quedaban prácticamente señales de nada de lo ocurrido. Tan solo tres mostradores no tenían cristales ni materiales expuestos. Uno de estos huecos fue disimulado con catálogos de la empresa concesionaria. En otro, de una conocida marca de relojes de lujo, los expositores estaban tapados. El resto funcionaba a pleno rendimiento, con una gran afluencia de compradores, en especial por la tarde.
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