"Cuando ya no puedes más, tienes que tirar del corazón" l "Todas las sustancias naturales que tomamos, como la jalea real o el própolis, darían positivo"
NAIMA PÉREZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE Apenas duerme 5 horas diarias y pasa el resto del día entre su trabajo como vigilante de seguridad, dando clases de artes marciales a niños, entrenando a adultos y preparándose también para competir. Trabaja en el sur de Tenerife y entrena en Santa Cruz, con lo que pasa también varias horas en la carretera. "Casi no tengo tiempo para mí", asegura esta joven de 34 años. Ha pasado por varios gimnasios y entrenadores, hasta que ha conseguido por fin estar a gusto con Manuel Requejo, quien la prepara con el objetivo de participar en campeonatos, que es lo que ella quiere. Cinco veces campeona del mundo (cuatro amateur y una profesional), cinturón negro de kick boxing y full contact, ganó hace poco el campeonato del mundo en Arabia Saudí frente a la local El Aazri, a la que batió por K.O.
–¿Cómo acaba una modelo siendo campeona del mundo de kick boxing?
–Nací en Las Palmas y a los 11 años me fui a Asturias. Allí di mis primeros pasos como modelo de pasarela. Me presenté a muchos casting y casi siempre ganaba a las chicas de la escuela de modelos Elite en Gijón. Incluso fui una de las finalistas a Miss Asturias en 1996. Pero no dediqué más tiempo a esta actividad porque entonces no se ganaba mucho. El salto a las artes marciales lo di cuando quise aprender algo de defensa personal y me gustaron las clases de full contact, que continué cuando vine a Tenerife.
–¿Su decisión de aprender defensa personal se debió a alguna mala experiencia?
–Sí, bueno, no me gusta hablar de esto, pero a los 19 años en un parque de Asturias me cogieron dos chicos, me quisieron robar y al defenderme me hice mucho daño.
–¿Se siente extraña en un mundo mayoritariamente masculino?
–Al principio echas de menos poder entrenar con chicas, con compañeras. Este es un deporte cuyo entrenamiento no todas las mujeres pueden aguantar. Pero yo ya me he acostumbrado a entrenar con chicos y, de hecho, para poder llegar a ser alguien en este deporte necesitas entrenarte con ellos. Aprendes mucho más.
–Dice que cualquier mujer no aguanta estos entrenamientos, ¿qué condiciones físicas de base se requieren entonces?
–En este deporte hay que aprender a sufrir, eso lo dicen mucho los entrenadores.
–¿Sólo sufrimiento físico o también psicológico?
–Está generalizado. Se requieren muchas horas de trabajo, esfuerzo, a veces llegas cansada y tu entrenador te pide un sacrificio que igual no puedes dar.
–¿Se va a casa con dolores?
–Sí, siempre (risas).
–¿Qué alicientes produce pegar patadas y puñetazos?
–En mi caso el poder ejecutar cada vez una técnica más perfecta. Cuando yo estoy entrenando con un saco sólo estoy pensando en mi siguiente competición, en que tengo que mejorar la técnica, en que tengo que sufrir, que tengo que aguantar, que no puedo bajar el ritmo, que estar siempre por encima de mí.
–¿Se llega a cansar de sufrir?
–Mucho, mucho.
–¿Y qué la mantiene arriba para no tirar la toalla?
–Pues a veces el entrenador, si nos ve algo bajos, nos dice que tenemos que tirar del corazón y nos motiva mucho. El corazón siempre da más; cuando tú crees que no puedes, sí que puedes si tiras de él. Los atletas tenemos un fondo de reserva del que tiramos en momentos límite.
–¿Se ha batido alguna vez a un chico en un ámbito no oficial? ¿Le ha ganado?
–Es imposible ganar a los chicos (risas). Bueno, no creo que sea imposible, porque he visto algunos vídeos de una americana que ha ganado a un chico. Pero sin duda es muy difícil, porque las condiciones físicas son diferentes. Mi objetivo cuando practico sparring (contacto pleno) con chicos es intentar superarlos. Ellos me dicen que soy bastante combativa.
–Su vida como deportista de élite tendrá un final. ¿Ha pensado a qué se dedicará después?
–Bueno, ahora mismo me gustaría continuar enseñando a los niños, una oportunidad que tengo gracias al Ayuntamiento de Granadilla, que subvenciona las clases. Mi objetivo es formar una escuela dentro del municipio. Me gustaría vivir como entrenadora.
–En el combate que le dio la victoria como campeona del mundo en Arabia Saudí tuvo que vestir pantalones largos por cuestiones religiosas. ¿Le molestó?
–A ver, se respetan las creencias religiosas de cada país. Lo único que nos molestó es que la vestimenta que nos dieron no era la adecuada, no por el pantalón, sino por el polo que pesaba mucho. Aún así gané por K.O., aunque fue una pelea dura.
–¿Que necesita el kick boxing en Canarias y España para llegar al nivel de Holanda, el mejor país del mundo en este deporte?
–Pues pienso que lo único que necesitamos es que nos rodemos más, tener más continuidad en las peleas, porque la técnica de la escuela de Holanda es casi la misma que tenemos aquí. Allí una chica combate una vez al mes y aquí cada cuatro meses, por ejemplo.
–En el mundo del kick boxing, donde impera la fuerza, ¿le han ofrecido doparse?
–No, a ver, te explico. Ahora mismo casi todas las sustancias naturales que tomamos como complemento alimenticio (própolis, jalea real, ginseng) dan positivo en el dopaje. Así que dos meses antes de una competición debes dejar de tomarlos, porque si no en los controles te va a dar positivo.
SANTA CRUZ DE TENERIFE Apenas duerme 5 horas diarias y pasa el resto del día entre su trabajo como vigilante de seguridad, dando clases de artes marciales a niños, entrenando a adultos y preparándose también para competir. Trabaja en el sur de Tenerife y entrena en Santa Cruz, con lo que pasa también varias horas en la carretera. "Casi no tengo tiempo para mí", asegura esta joven de 34 años. Ha pasado por varios gimnasios y entrenadores, hasta que ha conseguido por fin estar a gusto con Manuel Requejo, quien la prepara con el objetivo de participar en campeonatos, que es lo que ella quiere. Cinco veces campeona del mundo (cuatro amateur y una profesional), cinturón negro de kick boxing y full contact, ganó hace poco el campeonato del mundo en Arabia Saudí frente a la local El Aazri, a la que batió por K.O.
–¿Cómo acaba una modelo siendo campeona del mundo de kick boxing?
–Nací en Las Palmas y a los 11 años me fui a Asturias. Allí di mis primeros pasos como modelo de pasarela. Me presenté a muchos casting y casi siempre ganaba a las chicas de la escuela de modelos Elite en Gijón. Incluso fui una de las finalistas a Miss Asturias en 1996. Pero no dediqué más tiempo a esta actividad porque entonces no se ganaba mucho. El salto a las artes marciales lo di cuando quise aprender algo de defensa personal y me gustaron las clases de full contact, que continué cuando vine a Tenerife.
–¿Su decisión de aprender defensa personal se debió a alguna mala experiencia?
–Sí, bueno, no me gusta hablar de esto, pero a los 19 años en un parque de Asturias me cogieron dos chicos, me quisieron robar y al defenderme me hice mucho daño.
–¿Se siente extraña en un mundo mayoritariamente masculino?
–Al principio echas de menos poder entrenar con chicas, con compañeras. Este es un deporte cuyo entrenamiento no todas las mujeres pueden aguantar. Pero yo ya me he acostumbrado a entrenar con chicos y, de hecho, para poder llegar a ser alguien en este deporte necesitas entrenarte con ellos. Aprendes mucho más.
–Dice que cualquier mujer no aguanta estos entrenamientos, ¿qué condiciones físicas de base se requieren entonces?
–En este deporte hay que aprender a sufrir, eso lo dicen mucho los entrenadores.
–¿Sólo sufrimiento físico o también psicológico?
–Está generalizado. Se requieren muchas horas de trabajo, esfuerzo, a veces llegas cansada y tu entrenador te pide un sacrificio que igual no puedes dar.
–¿Se va a casa con dolores?
–Sí, siempre (risas).
–¿Qué alicientes produce pegar patadas y puñetazos?
–En mi caso el poder ejecutar cada vez una técnica más perfecta. Cuando yo estoy entrenando con un saco sólo estoy pensando en mi siguiente competición, en que tengo que mejorar la técnica, en que tengo que sufrir, que tengo que aguantar, que no puedo bajar el ritmo, que estar siempre por encima de mí.
–¿Se llega a cansar de sufrir?
–Mucho, mucho.
–¿Y qué la mantiene arriba para no tirar la toalla?
–Pues a veces el entrenador, si nos ve algo bajos, nos dice que tenemos que tirar del corazón y nos motiva mucho. El corazón siempre da más; cuando tú crees que no puedes, sí que puedes si tiras de él. Los atletas tenemos un fondo de reserva del que tiramos en momentos límite.
–¿Se ha batido alguna vez a un chico en un ámbito no oficial? ¿Le ha ganado?
–Es imposible ganar a los chicos (risas). Bueno, no creo que sea imposible, porque he visto algunos vídeos de una americana que ha ganado a un chico. Pero sin duda es muy difícil, porque las condiciones físicas son diferentes. Mi objetivo cuando practico sparring (contacto pleno) con chicos es intentar superarlos. Ellos me dicen que soy bastante combativa.
–Su vida como deportista de élite tendrá un final. ¿Ha pensado a qué se dedicará después?
–Bueno, ahora mismo me gustaría continuar enseñando a los niños, una oportunidad que tengo gracias al Ayuntamiento de Granadilla, que subvenciona las clases. Mi objetivo es formar una escuela dentro del municipio. Me gustaría vivir como entrenadora.
–En el combate que le dio la victoria como campeona del mundo en Arabia Saudí tuvo que vestir pantalones largos por cuestiones religiosas. ¿Le molestó?
–A ver, se respetan las creencias religiosas de cada país. Lo único que nos molestó es que la vestimenta que nos dieron no era la adecuada, no por el pantalón, sino por el polo que pesaba mucho. Aún así gané por K.O., aunque fue una pelea dura.
–¿Que necesita el kick boxing en Canarias y España para llegar al nivel de Holanda, el mejor país del mundo en este deporte?
–Pues pienso que lo único que necesitamos es que nos rodemos más, tener más continuidad en las peleas, porque la técnica de la escuela de Holanda es casi la misma que tenemos aquí. Allí una chica combate una vez al mes y aquí cada cuatro meses, por ejemplo.
–En el mundo del kick boxing, donde impera la fuerza, ¿le han ofrecido doparse?
–No, a ver, te explico. Ahora mismo casi todas las sustancias naturales que tomamos como complemento alimenticio (própolis, jalea real, ginseng) dan positivo en el dopaje. Así que dos meses antes de una competición debes dejar de tomarlos, porque si no en los controles te va a dar positivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario