Al final, después de muchas pruebas, un experto en enfermedades poco habituales le diagnóstico el síndrome de Cowden. Según explica, "fue un mazazo tanto para mí como para mi familia porque se supone que todos estos tumores, dentro de dos años, degenerarán en cáncer. Nunca pensé que esto me pudiera ocurrir. De repente, vivir se convirtió en mi única meta".
Ante la falta de expectativas y de un tratamiento específico en España, partió a Estados Unidos, donde participa en un ensayo clínico en Meryland: "Soy el número siete de un experimento en el que hago de conejillo de indias. Me están aplicando rapacimina y, de momento, me va bien porque me reduce algo el tamaño de los tumores". Sin embargo, para poder costearse el viaje y la estancia tuvo que vender todo lo que tenía, incluso su casa y su coche. Paco asegura: "10 meses después, he vuelto porque no me queda dinero".
El 13 de febrero tiene que regresar a Meryland para someterse a la segunda fase del tratamiento que dura casi tres años. Sus padres también han puesto su casa en venta y él ha estado trabajando los fines de semana de vigilante de seguridad pese a que le duele "todo el cuerpo" y sufre "hemorragias". Sin embargo, no es suficiente para afrontar los gastos y por eso ha creado www.ayudapacosanz.com, una web en la que se le pueden hacer donaciones: "Me avergüenza pedir dinero, pero es mi única opción para seguir viviendo, ya que las autoridades españolas me ignoran".
Pese a su situación, lo más admirable es que encuentra motivos para dibujar una sonrisa: "El día que la pierda estaré muerto".
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