La mayor parte de las embarcaciones de la flota atunera de España que faena en el océano Índico regresó a las zonas de pesca habituales tras embarcar a 54 agentes de seguridad formados por el Ministerio de Defensa para proteger a los marineros de posibles ataques piratas.
De los 13 buques pesqueros españoles, sólo cuatro (Elai Alai, Albacora 4, Playa de Aritzatxu y Campolibre Alai) continúan amarrados en el Puerto de Seychelles, a la espera de relevos en las tripulaciones y provisiones para la próxima marea, informó el diario Faro de Vigo.
Las demás embarcaciones zarparon el sábado pasado rumbo al caladero, con cuatro soldados privados a bordo, que pueden utilizar armamento con munición igual o superior a 12 milímetros.
Estos barcos son: Txori Toki, Txori Argi, Txori Gorri, uno de los Albacora, Teraska, Felipe Ruano, Playa de Anzoras, Izurdia y Ortube Berria.
Los agentes embarcados son “auténticos profesionales”, dijo el contramaestre del atunero Elai Alai, Ángel Fernández.
"Ahora iremos más tranquilos a trabajar. Había algunas dudas por lo que dijo la prensa, de que había vigilantes del Carrefour o camioneros, pero son patrañas. Son muy profesionales”, añadió.
Además, aclaró que los agentes no afectarán en nada el desarrollo de la campaña pesquera.
"Nosotros haremos nuestro trabajo y ellos el suyo, que será protegernos de los piratas en caso de que aparezcan. Ahora que tenemos seguridad volvemos a pescar donde siempre, en aguas internacionales”, sostuvo.
En tanto, David Morales, ex militar de la Marina española y gerente de UC Global, la única compañía militar privada del Estado, señaló: “La seguridad de los atuneros no puede ser un parche, un experimento para ver qué sale. Lo que realmente preocupa a los pescadores es que se está movilizando gente que no ha tenido un tipo de formación adecuada o lo suficientemente extensa para el tipo de escenario que existe ahora en el Índico”.
"Aquí no estamos hablando de un escenario para la seguridad privada como los que se suelen dar en España, sino de un ambiente bélico. Los métodos, los medios que utilizan los piratas se aproximan más a una zona de conflicto que a cualquier altercado que pueda ocurrir en territorio español”, agregó.
"La base de UC Global la conforman, principalmente, ex infantes de la marina española y personal de seguridad marítima de otras naciones. Trabajamos con españoles, británicos, americanos. Tenemos personal suficiente para poder adecuarnos a los parámetros que exige cada operación. En el caso de los piratas en el Índico, hablamos de que el perfil más recomendable es el de los infantes de marina o miembros de unidades de operaciones militares navales. ¿Por qué? Porque tienen experiencia en el agua”, concluyó.
Por último, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, destacó que el Gobierno sólo puede utilizar el “único” instrumento válido en un Estado de Derecho para gestionar la liberación de los marineros secuestrados en el atunero Alakrana, que es "la ley".
Por su parte, la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, hizo hincapié en que el Ejecutivo hizo “exactamente lo que tenía que hacer: cumplir la ley” y asumió personalmente “toda” la responsabilidad en la gestión de la liberación del Alakrana.
El atunero vasco fue secuestrado a principios de octubre en aguas del Índico por piratas somalíes, y todavía permanece en su poder.
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