La entrega de un diploma es siempre sinónimo de trabajo cumplido y guarda un significado que va más allá de un simple papel. Su entrega a 47 militares profesionales ha marcado el cierre de la IV Edición del Programa de Incorporación Laboral para Personal Militar. Doce de los miembros de este grupo estarán un poco más satisfechos, ya que han conseguido encontrar un puesto de trabajo.
Los participantes en esta iniciativa de la Consejería de Empleo de la Junta de Andalucía, que se ha desarrollado desde junio de 2008 a julio de 2009, tendrán ahora nuevas herramientas para encontrar un trabajo civil. Los recursos adquiridos les han permitido mejorar sus competencias profesionales mediante el diseño y desarrollo de Itinerarios Personalizados de Inserción.
Pero este proceso no implica de manera necesaria el abandono del mundo castrense, según la delegada provincial de Empleo de la Junta, Marina Martín: "Es una formación importante para incorporarse a la vida civil si lo desean, pero en el ejército también les va a venir muy bien".
Tras el trazo del camino a seguir en la orientación laboral, los participantes recibieron formación profesional a través de cursos de FPO y acudieron a seminarios. La última fase correspondió a la prospección del tejido empresarial y la captación o derivación de ofertas de empleo. En la provincia, los cursos de FPO han sido de Vigilante de Seguridad Privada, Manejo de Carretillas Elevadoras y Nominaplús. De los 47 alumnos, 15 son reservistas, diez no reservistas y 22 militares en activo.
Martín destacó de este programa la importancia de la "formación a la carta", que se basa en la demanda del sector empresarial, pero teniendo muy en cuenta también las necesidades de los demandantes".
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