jueves, 5 de noviembre de 2009

La vigilancia de las comisarías de Erandio y Oiartzun también pasa a manos privadas


acusa al departamento de relegar la seguridad a un segundo plano
Critica que no se prime la mejora del servicio o la creación de empleo estable
bilbao. La privatización de todos los servicios que sea posible parece confirmarse como una de las principales motivaciones de la actual consejería de Interior. A las acciones llevadas a cabo en este sentido con las labores de protección, se suma ahora la decisión de pasar a manos privadas otra cuestión no menos sensible, la de la seguridad en las comisarías de la Ertzaintza. Pese a las reiteradas denuncias sindicales respecto a los problemas de seguridad que vienen sufriendo las mismas, esta nueva política se ha aplicado ya en dos sedes de la Policía vasca tan emblemáticas como las de Erandio y Oiartzun.

Así lo denunció ayer el sindicato ELA de la Ertzaintza, que aseguró que el director de Recursos Humanos del departamento ya les ha informado de que se llevarán a cabo "las adaptaciones técnicas correspondientes" para sustituir la actual seguridad pública de dichas comisarías por empresas privadas.

"Con todo el respeto que nos merece el trabajo que desarrolla el personal de seguridad privada, todo el control de la vigilancia de los centros de dirección mas importantes de la Ertzaintza pasará a ser gestionado por empresas cuyo principal objetivo van a ser los beneficios económicos, antes que la mejora del servicio o la creación de empleo estable y de calidad", agregaron las mismas fuentes. Según las mismas, "además se demuestra que para el Departamento la seguridad es una cuestión secundaria".

Desde ELA explicaron que el pasado 15 de octubre mantuvieron una reunión con el consejero de Interior, Rodolfo Ares, y con el viceconsejero, Ernesto Martínez de la Hidalga, en la que les exigieron "dar solución al problema existente en las instalaciones de la sede territorial de la Ertzaintza en Oiartzun referentes a la seguridad".

Sin embargo, pese a la promesa recibida de que en el plazo de dos semanas se daría solución a esta carencia, en concreto mediante la publicación de una convocatoria de comisiones de servicios voluntaria para el personal de la Ertzaintza con el fin de reforzar este servicio, la realidad ha seguido unos derroteros muy diferentes. Y es que la consejería ha dado un golpe de timón y ha optado por ceder la seguridad de las sedes policiales de Oiartzun y Erandio a manos privadas. "Se ha demostrado que finalmente pueden más otros intereses que no son los de la Ertzaintza", valoraron desde el sindicato.

proteger El pasado miércoles, DEIA se hizo eco de las críticas del sindicato de la Ertzaintza ESAN respecto a los "graves problemas de seguridad" existentes en la recién inaugurada comisaría de Ondarroa, tras la rehabilitación de que ha sido objeto después del atentado con coche bomba que sufrió el 21 de septiembre del año pasado. Desde ESAN denunciaron que "no existen patrullas suficientes para realizar el trabajo policial con las mínimas garantías de seguridad".

Ahora la historia se repite, pero con un matiz diferente: la privatización de la seguridad en las comisarías, que está lejos de satisfacer a los representantes sindicales. ELA citó ayer la Ley de Policía del País Vasco, que en su artículo 26 dispone que "en el marco de las competencias asumidas por la CAV, la Er-tzaintza tiene como misión esencial proteger a las personas y bienes, garantizar el libre ejercicio de sus derechos y libertades y velar por la seguridad ciudadana en todo el territorio de la Comunidad".

Respecto a la escasez de la plantilla para llevar a cabo esta labor, ELA recordó la negativa a ampliar la misma por encima de los 8.000 efectivos, "simplemente porque no". Por ello, reclamaron al consejero de Interior "voluntad" para llevar a cabo dicha ampliación. "No es momento de molestar a Madrid", concluyeron sobre el sentir de Ares.

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