martes, 3 de noviembre de 2009

Los robos de comida en los supermercados aumentan más de un 30% en Mallorca


En La Soledat un establecimiento perdió más de 33.000 euros en medio año
La crisis económica en la que estamos inmersos les ha convertido en ladrones. No son profesionales, de momento, pero la desesperante situación en la que están inmersas muchas familias ha disparado los hurtos famélicos, o lo que es lo mismo, aquellos que se dedican a la sustracción de alimentos para poder comer. Los supermercados de Mallorca han activado todas las alarmas, pero aun así, los robos se han disparado de manera desorbitada.

Algunos comerciantes, cansados de sufrir robos millonarios han decidido actuar y han contratado los servicios de empresas especializadas en vigilancia y seguridad para que estudien la situación actual.

Una de estas empresas, desplazada especialmente desde Barcelona, ha redactado un informe interno para una cadena de establecimientos al que ha tenido acceso Ultima Hora.

En en mismo, se refleja que los robos en supermercados aumenta considerablemente, especialmente en los últimos seis meses, y con unos porcentajes muy diferenciados dependiendo de las zonas donde están ubicados. La media existente ronda el 30 por ciento en los pueblos y de algo más del 35 por ciento en Palma. El informe también refleja que hay zonas muy conflictivas. En algunas de ellas, los supermercados que allí se encuentran ubicados, en los últimos seis meses, han multiplicado un doscientos por cien los artículos robados.

En concreto, un súper, sito en la barriada de La Soledat, en menos de medio año ha sufrido una pérdidas en robos de más de cinco millones y medio de las antiguas pesetas.

Los establecimientos se sienten desamparados, y las autoridades poco pueden hacer ante las oleadas de los denominados ladrones de comida.

«Es muy difícil que un juez sancione duramente a una persona que se lleva una bandeja de pollo de tres euros y una lata de sardinas», afirma un agente de la Policía Local consultado.

De esta manera, las grandes cadenas de supermercados refuerzan sus establecimientos con más vigilantes de seguridad, cámaras de televisión de circuito cerrado, chips y alarmas en todos los productos y otros dispositivos destinados a la potenciación de las medidas de prevención y seguridad.

A partir de ahora, algunos comercios han incorporado la figura del detective privado. Su misión será la de filmar y grabar las actuaciones delictivas de los ladrones, almacenarlas y, en el momento que sean reincidentes y la cuantía supere los 400 euros, se procederá a la presentación de la correspondiente denuncia por robo.

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