sábado, 7 de noviembre de 2009

Los escoltas se entrenan para evitar ataques en los atuneros


El primer grupo de escoltas que se embarcarán en un atunero español para llevar a cabo labores de protección y evitar un secuestro por parte de piratas somalís finalizaron ayer su preparación en el puerto de L’Ametlla de Mar. Un pequeño pesquero de la localidad ha servido de base de operaciones para que ocho mercenarios con experiencia en armamento y conflictos bélicos completaran el curso que iniciaron el lunes. A partir de ahora, tendrán que ganarse el sueldo –unos 12.000 euros al mes– protegiendo a los barcos que faenan en el Índico para que no les ocurra lo mismo que al Alakrana.
El lugar y los detalles del curso se llevaron en el más absoluto secreto, aunque los vecinos han estado entretenidos durante toda la semana. Ayer presenciaron la traca final: los ocho vigilantes pusieron en práctica todo lo aprendido ante los focos de las seleccionadas cámaras de televisión invitadas por la Asociación Española de Escoltas (Ases).

ESCENAS DE ACCIÓN / Como si de una película de acción se tratara, los habitantes de esta localidad del Baix Ebre se lo pasaron en grande cuando los escoltas, con balas de fogueo pero con armas de verdad, se defendieron de un simulado intento de abordaje. «Hemos tratado de formar un grupo compacto que sepa trabajar en equipo», explicó uno de los responsables. «Deben tener fortaleza física y psíquica, ya que la misión comporta muchas horas de vigilancia y trabajar en un ámbito reducido mucho tiempo», añadió Vicente de la Cruz, presidente de la Ases.
La empresa madrileña del Grupo EME, especializada en seguridad, lo tenía todo a punto para formar un equipo de élite apenas un día después del 30 octubre, fecha en que el Consejo de Ministros aprobó la modificación del reglamento de seguridad privada y de armas.

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