jueves, 12 de noviembre de 2009

Mañana salen hacia Seychelles las armas y la seguridad privada para los barcos



PALOMA CERVILLA MADRID
El Gobierno está agilizando al máximo los trámites para que la seguridad privada pueda embarcar cuanto antes en los 16 barcos españoles que faenan en el Índico, y así poder defenderse de los ataques de los piratas. Las gravísimas consecuencias que ha tenido la dejadez gubernamental a la hora de atender las peticiones de los armadores, se intenta paliar ahora con una gestión rápida de la solución propuesta por el Gobierno: que los agentes de seguridad de las empresas privadas puedan utilizar armamento de guerra.
Los últimos flecos pendientes para el envío de esta seguridad privada y de su armamento se abordaron ayer en la reunión mantenida por la ministra de Defensa, Carme Chacón, con los representantes de las asociaciones de armadores de buques atuneros. Se comunicó la fecha en que partirá hacia las islas Seychelles el avión de la Fuerza Aérea Española con los vigilantes y el armamento a bordo. Será mañana viernes y posiblemente el sábado o el domingo comenzará el embarque en los atuneros para que puedan salir a faenar cuanto antes, según ha podido saber ABC de fuentes solventes.
Este servicio de seguridad privada será realizado por la empresa Ibérica Segur en 13 buques atuneros y tres barcos de apoyo. En cada barco se embarcarán cuatro vigilantes jurados y el grupo que se desplazará hasta Puerto Victoria en las Seychelles está integrado por 52 agentes, que han recibido durante una semana un curso de formación impartido con la colaboración de las Fuerzas Armadas.
Financiación, sin concretar
Una vez que ya está cerrado la operativa del desplazamiento, queda por ultimar la forma de pago del coste que supone el embarque de seguridad privada en los barcos. El Gobierno central se comprometió a abonar el 25 por ciento, otro 25 por ciento el Gobierno vasco y el resto los armadores. Sin embargo, a día de hoy, fuentes del sector apuntan que «todavía no lo hemos visto escrito en ninguna parte».
La llegada de estos agentes de seguridad privada permitirá que los barcos puedan volver a salir a faenar, ya que una gran parte permanece atracado en Puerto Victoria, desde que el «Alakrana» fue secuestrado. El sector pesquero aseguró a ABC que los piratas han «cercado Seychelles» y que se ven obligados a salir a faenar «por un corredor de seguridad. Una zona atípica y anormal, por donde nunca hemos salido».
Desde que el Gobierno aprobó el 30 de octubre la orden ministerial que modifica el reglamento de seguridad privada para que los vigilantes puedan usar armamento de guerra, han pasado nueve días. Pero para llegar a este punto el Ejecutivo ha tenido que ceder a la presión de los atuneros, ya que, en un principio, les negaron esta opción, a la que finalmente se han visto obligados. El rechazo del Gobierno al uso de armas de guerra se materializó en el escrito que el Ministerio del Interior le envió a los armadores el pasado 11 de septiembre, en el que les recordaba que estas armas sólo podían utilizarlas el personal de las Fuerzas Armadas.
Pero la posición inicial del Gobierno duro poco tiempo, ya que su negativa a embarcar infantes de Marina, como le pedían los armadores, tenía que tener una alternativa, ante el aumento de la amenaza en la zona. El Ejecutivo se vio obligado a mover ficha y, aunque tuviera que ceder, optó por la solución que este fin de semana será ya una realidad. Otra cosa es lo que diga el Consejo de Estado, nada de acuerdo con la iniciativa.

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