sábado, 7 de noviembre de 2009

El Consejo promete que duplicará los vigilantes de la carrera oficial


Presenta la licencia de ocupación para la Semana Santa garantizando que cada silla está a una media de 30 metros del punto de evacuación más próximoUna carrera oficial con el doble de vigilantes, los pasillos más anchos y con las sillas situadas a una media de 30 metros de distancia del punto de evacuación más cercano. La Gerencia de Urbanismo ya dispone de la petición de licencia de ocupación de la vía pública para la carrera oficial de la Semana Santa de 2010. Este trámite administrativo, que nunca ha revestido especial interés, adquiere este año una trascendencia especial después de que el secretario municipal haya advertido en un informe de las irregularidades seculares de la carrera, lo cual obliga a la comisión ejecutiva de la Gerencia a extremar el celo y exigir garantías adicionales en materia de seguridad.

En la documentación remitida a la Gerencia, la carrera oficial es dividida en cuatro sectores (Campana, Sierpes, Avenida y Plaza Virgen de los Reyes) que a su vez se plantean técnicamente como subsectores. Ninguno de los cuatro sectores supera los 20.000 espectadores, lo cual permite obviar el Reglamento de Policía de Espectáculos Públicos y Actividades del año 1982. El Consejo defiende la no aplicabilidad de dicha norma (la más agresiva para con el actual modelo de carrera oficial) al entender que en su ámbito de competencia no figura la carrera oficial de Semana Santa ni ningún acontecimiento o recinto que se le parezca. La institución cofradiera entiende que dicha normativa es aplicable más bien a los estadios de fútbol o a recintos similares, pero no a algo tan sui géneris como la carrera oficial de Sevilla. Consideran también los técnicos del Consejo que existen otras normativas más recientes que la citada legislación que serían de aplicación al itinerario obligado de las cofradías. De hecho, se apuesta por preceptos de distintas normativas para dar cobertura legal al nuevo modelo de carrera oficial.

La petición de licencia incluye el aumento de la anchura de los pasillos y el compromiso de que se duplicará el número de vigilantes para asegurar que las vías de evacuación estarán expeditas de público. El informe que se adjunta a la petición de licencia no hace referencia a la necesidad de reducir el número de asientos ni al compromiso de mantener el aforo al cien por cien. La tesis del Consejo es que la seguridad no se consigue eliminando asientos, sino garantizando que los accesos se encuentren permanentemente libres de obstáculos. Para aumentar la anchura de los pasillos sí se plantea la supresión de algunas hileras concretas de asientos, sobre todo en la Campana y Sierpes, pero el Consejo optará por la reubicación y, sobre todo, especula con la posibilidad de beneficiarse con las bajas en la renovación de los abonos que se producen todos los años para adjudicar las sillas libres a los abonados perjudicados.

El informe que se adjunta a la petición de licencia evidencia también un aspecto clave: la media de la distancia entre las sillas y las vías de evacuación más próximas es de 30 metros, muy por debajo de las exigencias legales, situadas entre los 75 y los 80 metros. El informe también sostiene que el aforo de la carrera oficial no es siempre fijo, depende de circunstancias sociológicas (no es lo mismo, por ejemplo, el festivo Domingo de Ramos que los laborables Lunes, Martes y Miércoles Santo) y meteorológicas. El Consejo tiene la convicción de que la carrera no registra un lleno de público ni en las horas centrales de las grandes jornadas.

La documentación se enriquece con comentarios sobre los orígenes históricos de la carrera (fijados a comienzos de la segunda mirad del siglo XIX), que informan de la existencia de 12.000 sillas en aquellos inicios. Todos los planos por sectores se presentan visados por el Colegio de Arquitectos. La Plaza de San Francisco queda exenta de novedades a este respecto, pues ya contaba con proyecto propio de montaje y seguridad.

No hay comentarios: