Ocho de cada diez armas legales que existen en Sevilla son escopetas de caza · Tan sólo hay 525 pistolas autorizadas para personas que no pertenecen a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado
Uno de cada 14 habitantes de la provincia de Sevilla dispone de un arma en casa. Esta es la proporción resultante del número de armas legales registadas en Sevilla, que asciende a 128.668, y la población de la provincia, que es de 1.875.462 según los últimos datos del padrón correspondiente al año 2008. Esta relación coloca a Sevilla en un lugar medio entre las provincias con mayor proporción de armas por habitantes, por debajo de otras regiones como Valencia, con 12, o de la propia media del total de la comunidad andaluza, con 11.
La inmensa mayoría de las armas registradas en Sevilla son escopetas de caza. Este tipo de arma de fuego copa el 82% del total de las registradas por el servicio de intervención de armas de la Guardia Civil. Este cuerpo tiene contabilizadas 105.746 escopetas de caza en Sevilla, lo que supone una por cada 18 habitantes.
En la práctica es habitual que cada persona que cuenta con licencia de escopeta tenga varias armas en su poder, de ahí que el número de permisos sea sensiblemente inferior al de armas. Así, en Sevilla hay 53.809 licencias de tipo E -donde se encuadran las escopetas de caza- en vigor. Este tipo de armas es más propia también de las zonas rurales o de segundas residencias de personas que viven en la ciudad que de los grandes núcleos urbanos.
Es mucho más fácil obtener una licencia para una escopeta que para otro tipo de armas, como las pistolas y revólveres. Los controles de la Guardia Civil son muy exhaustivos en este sentido. De hecho, en la provincia de Sevilla sólo hay 525 armas cortas registradas y 594 licencias B, en las que se encuadran las pistolas y los revólveres. En este tipo de armas ocurre lo contrario que en el caso de las escopetas, es decir, hay más personas con permiso para portarlas que armas. Las licencias de tipo B sólo puedan obtenerla los jueces, fiscales, agentes judiciales, joyeros, policías y guardias civiles retirados y militares en la reserva. La proporción de este tipo de armas sobre el total de la población es prácticamente insignificante, puesto que hay una pistola por cada 3.572 habitantes.
Estas cifras sólo indican las armas legales que existen en Sevilla, sobre las que las Fuerzas de Seguridad tienen control. No revelan por tanto las armas del mercado negro, utilizadas por los delincuentes para cometer atracos y otros delitos violentos, y que pueden adquirirse por precios a veces sorprendentemente bajos en zonas marginales o conflictivas de la ciudad. Una pistola o un revólver, arma mucho más simple, puede comprarse desde 30 o 40 euros en barrios como las Tres Mil Viviendas, Torreblanca o el Vacie. Generalmente estas armas proceden de Portugal y están muy manipuladas. La estadística oficial tampoco revela el número de armas simuladas que existe en Sevilla. De hecho, recientemente los delincuentes optan por utilizar este tipo de armas -más baratas y fáciles de adquirir- para cometer sus delitos. En ocasiones hay bandas de atracadores que han empleado incluso pistolas de juguete, si bien otras veces la simulación es casi perfecta.
Otro tipo de licencia es la C, que son las armas que usa el personal de vigilancia. Este permiso conlleva una supervisión especial, puesto que las armas no son propiedad del vigilante de seguridad sino de la empresa. El trabajador tiene que depositarlas en los armeros al término de su jornada laboral. En Sevilla existen 1.341 armas cortas con este permiso y 350 largas, que se emplean sobre todo para el transporte de fondos.
Bajo la licencia D, para caza mayor, hay registradas 8.170 armas largas. En el grupo E, además de las escopetas, hay 6.014 carabinas y 6 ballestas. A ellas hay que añadir otra de las licencias más solicitadas, las de tipo F, que se otorgan para competiciones de tiro olímpico y de las que en Sevilla hay 949 armas cortas y 95 largas.
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