Ares presenta los Presupuestos del departamento, que recogen una partida de 97,7 millones para la seguridad privada de los amenazados por ETA. Los recortes por la crisis no afectarán a la lucha contra la violencia etarra DV. La crisis económica provoca recortes presupuestarios de todo tipo pero la seguridad no se toca, sobre todo en Euskadi. Ésta es la filosofía que resume el Presupuesto del departamento de Interior para 2010, marcado por las partidas para luchar contra ETA y proteger a los amenazados. La consejería de Rodolfo Ares es la que menos recortes va a sufrir y se mantienen las partidas para seguridad, que ascienden a 225 millones. El presupuesto total del departamento presentado ayer por el consejero en comisión parlamentaria asciende a algo más de 710 millones de euros, un 6,9% del total de las cuentas y un 3,3% menos que el dinero real gastado para 2009.
Un reflejo de la apuesta por el combate contra la violencia es la dotación para la nueva División Antiterrorista de la Ertzaintza. Contará el próximo año con 4,3 millones de euros para cumplir su objetivo estratégico de «combatir la violencia terrorista y consolidar la paz y la libertad». Esta unidad estará formada por 500 agentes, dedicados a la investigación y persecución de etarras.
Otra dotación destacada serán los 97,7 millones de euros a la seguridad privada para la escolta de amenazados, partida que estará abierta y será ampliable «en función de las necesidades que surjan en el día a día». Junto a ellos, el consejero informó de la presencia en labores de escolta de 225 berrocis (unidades de élite) y 202 ertzainas en comisión de servicios.
Partida abierta
Esta cantidad de 97,7 millones actualiza el coste real de estos servicios, ya que las cuentas de este año tenían una partida inicial de 65 millones que tuvo que ser ampliada. De hecho, Interior teme que estos 97,7 millones para 2010 resulten también insuficientes teniendo en cuenta que el gasto real de 2009 asciende a 106 millones.
Ares explicó que, para atender las demandas de vestuario y complementos de los agentes, se destinarán dos millones de euros y anunció que el material se modernizará «de acuerdo con los sindicatos». El departamento también incorporará el próximo año un nuevo helicóptero mediante renting o leasing, y se incorporarán 300 nuevos vehículos blindados en los próximos dos años.
La exposición, que comenzó con retraso y dejó a los comisionados prácticamente sin comer, se desarrolló sin grandes polémicas. Ares concluyó lamentando que su departamento necesite de más dinero que otros más sociales, como Vivienda, pero denunció una vez más que «el terrorismo lastra nuestro crecimiento económico» y merma otras políticas.
En gastos de personal, Ares resaltó el incremento del 2,3% para atender la ampliación de la plantilla de la Ertzaintza en 260 agentes de cara a completar el cupo de 8.000 asignado, y hacer frente también a los gastos derivados del plan para las prejubilaciones de los ertzainas de 60 o más años que se produzcan el año que viene, una vieja reclamación de los agentes. El resto de capítulos de gastos disminuyen en el marco del esfuerzo general para ajustar las cuentas a la coyuntura de crisis económica. El gasto corriente cae el 5,8%, las transferencias y subvenciones descienden el 25% y las inversiones reales pierden el 27%.
Otros datos son los 1,3 millones de euros destinados al programa de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género, los 8,9 millones consignados para Tráfico y los 4,6 millones para Atención de Emergencias. Los mayores recursos, 253 millones, se los lleva el programa Ertzaintza en Servicio, que engloba a las distintas divisiones de la Policía autonómica, como la citada antiterrorista.
En el turno de réplicas, UPyD, Aralar y el PNV preguntaron a Ares sobre el aumento de la retribución a altos cargos de Interior, algo que el consejero achacó a la incorporación a su departamento de la Dirección de Violencia de Género y del servicio de Meteorología. También respondió negativamente a una pregunta del PNV sobre si la partida de 300.000 euros para distintivos supondrá un cambio en la imagen corporativa del cuerpo.
Crítica de ELA
Mientras, el sindicato ELA criticó ayer, en una nota, que Interior deje «en manos de empresas privadas» el control de la vigilancia de las sedes territoriales de la Er-tzaintza en Oiartzun y Erandio, dos de las principales. La central nacionalista censuró que la gestión la realicen empresas cuyo principal objetivo «van a ser los beneficios económicos, antes que la mejora del servicio o la creación de empleo estable y de calidad».
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