
Precintan la sala del Juzgado de lo Social número 2 tras aparecer una bandera con una calavera en el mástil reservado a la enseña española
En lugar del escudo de España, una calavera pirata impresa sobre una tela colgaba del mástil reservado a la enseña constitucional en la sala de vistas del Juzgado. La alarma se disparó cuando hacia las 15.15 del miércoles pasado una de las empleadas de la limpieza entró, como cada día, en el habitáculo reservado para celebrar juicios en el número 2 de lo Social y se topó con la "amenazante" bandera. El sobresalto fue mayúsculo y el susto dio paso inmediato a la inquietud e incluso a cierta desazón.
La empresa de seguridad privada del edificio de los juzgados se puso de inmediato en contacto con los responsables de los órganos judiciales. Las pesquisas policiales se iniciaron con rapidez y diligencia, se trataba de un episodio preocupante. Apremiaba determinar quién había tenido acceso a una sala que permanece cerrada durante todo el día, salvo cuando hay vistas orales, cuando sólo los funcionarios disponen de las llaves para abrir y cerrar la puerta.¿Alguién había entrado en un descuido de algún trabajador?, ¿habían conseguido abrir la puerta sin dejar rastro o habían logrado una copia de la llave?, ¿constituía un atentado contra el Juzgado, un intento de intimidar al juez? La incógnita tardó varias horas en despejarse y la intranquilidad fue patente. El caso es que, en prevención y sin descartar ninguna de las hipótesis, se dieron las órdenes oportunas para que la Policía Nacional iniciara una investigación en toda regla.
Esa misma tarde, agentes de la judicial de la Comisaría de Zamora se desplazaron hasta la última planta del Palacio de Justicia, donde está situada la recién estrenada sede del Juzgado número 2 de lo Social, para recoger cualquier pista que pudiera responder a las múltiples preguntas formuladas: Huellas y, por supuesto, la singular bandera que tanta inquietud había levantado.
Los expertos agentes llegaron a precintar la sala de vistas para impedir la destrucción de posibles pruebas. Así amaneció la puerta del salón.
Y así se la encontraron los funcionarios y el propio juez, quien se quedó atónito cuando supo la razón de aquella medida de seguridad. Y no precisamente porque se sintiera amenazado, según se comenta en los pasillos de los juzgados, sino porque la feliz idea de colgar la bandera pirata podría haber partido de él mismo como parte de una broma iniciada a última hora de la tarde del jueves. Broma de la que nadie de los participantes volvió a acordarse. Allí quedó la popular tela. La única que había en la mencionada sala, puesto que el mástil utilizado era el único disponible.
Aunque los comentarios han llegado a señalar que el magistrado retiró la bandera española para colocar la que distinguía a quienes en su día actuaban fuera de la ley, lo cierto es que el Juzgado no disponía de ninguna enseña en dicho espacio. Llevaba tiempo esperando un nuevo mástil para colocar la española que preside todas las salas de juicios. El miércoles pasado, por fin, llegó el asta. A punto de finalizar ya la jornada laboral, en un momento de distensión se colocó la bandera, al parecer en presencia del magistrado titular y de la secretaria judicial.
Cuando se relató lo acontecido en las dependencias del Juzgado, se suspendieron las actuaciones judiciales, al carecer de «trascendencia criminal, ya que no se colocó la bandera pirata para ultrajar la enseña nacional o para amenazar al Juzgado con un símbolo tan conocido», indicaron fuentes judiciales.
Se trató, en términos jurídicos, de una "iocandi causa", un acto sin mayor trascendencia, inscrito en un momento de distensión.
CAUSA DE BROMA
Un mástil vacío
El deterioro del asta que sujetaba la bandera española en la sala de juicios del Juzgado número 2 de lo Social obligó a retirar la enseña hasta la llegada de un nuevo mástil. El miércoles pasado se recibió el nuevo soporte.
Una bandera "nueva" alarmante
A última hora de la jornada laboral, en un momento de distensión, alguien coloca una bandera pirata en el nuevo mástil, al parecer en presencia del propio magistrado titular, que habría participado en la broma, según los rumores que circulan por las dependencias judiciales. Cuando abandonan la sala de vistas, nadie repara en la singular enseña, que se encuentra una empleada de la limpieza. La alarma fue inmediata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario