
El colectivo de los vigilantes de seguridad despedidos hace dos meses de sus puestos de trabajo en los centros de enseñanza de las barriadas de La Chanca y Los Almendros han mantenido sendas reuniones con la Concejalía de Cultura y con el grupo Gial para intentar solucionar sus graves problemas laborales y poder encontrar una solución satisfactoria a este conflicto laboral.
En la reunión con Lola de Haro, ésta les ha manifestado su intención de elevar la propuesta de reubicación de los seis trabajadores para que vuelvan a trabajar, aunque no necesariamente en sus antiguos puestos.
También desde Gial «se han mostrado receptivos con nosotros», aseguran, aunque su principal problema ahora es «lograr que volvamos a trabajar».
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