jueves, 28 de mayo de 2009

«Había caos, llantos y carreras»


CARLOS HIDALGO | MADRID
Un agente del Cuerpo Nacional de Policía fue detenido a primera hora de la tarde de ayer después de que exhibiera su arma reglamentaria en el interior de un vagón de Metro, donde viajaba de paisano. Casualmente, otra funcionaria del mismo Cuerpo se percató de la situación y avisó al 091. El detenido padecía una crisis de ansiedad y pudiera tener algún problema psicológico.
Los hechos se produjeron a las 14.40 en el primer coche del convoy, de la línea 9, en sentido Avenida de América. Instantes antes de que el Metro entrara en la estación de Núñez de Balboa, el agente de paisano sacó la pistola, del calibre 9 milímetros parabellum, y se la colocó en el pecho, en una postura parecida a la hecha famosa en las películas de James Bond.
Una compañera que, casualmente, viajaba en el mismo coche se percató de lo sucedido, al igual que el nutrido número de viajeros. La funcionaria, que se encontraba desarmada, abrió la puerta que comunica el vagón con la cabina del conductor, justo cuando el convoy entraba en Núñez de Balboa.
La policía, además, avisó a la sala del 091, que rápidamente movilizó a agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana y del distrito de Salamanca. Cuatro vigilantes de la contrata de Metro también acudieron al lugar. Lo primero que se hizo fue desalojar a todos los viajeros, pero también a quienes esperaban la llegada del Metro en los andenes, informaron fuentes de la compañía. La policía intentó reducir a su compañero, pero éste se mostraba violento, aunque pronto llegaron los refuerzos.
No sabía ni quién era
Vigilantes de seguridad y funcionarios policiales se emplearon a fondo para reducir al agente de paisano, quien seguía oponiendo seria resistencia. Mientras, los andenes y pasillos de la estación de Núñez de Balboa se convirtieron en un espacio donde el pánico hizo correr a todo el mundo en busca de una salida.
El policía, finalmente, fue detenido y trasladado, bajo custodia, al Hospital de la Princesa, donde se le evaluó psiquiátricamente. El hombre aseguraba que no recordaba nada, ni siquiera quién era, indicaron en Metro.
Habla una testigo
Una lectora de ABC.es transmitió su testimonio de lo que vivió en el andén del Metro y precisa algunos detalles interesantes. María afirma que «fue más tarde, como una media hora después, y nadie desalojó los vagones; no se vio ni a un solo vigilante privado ni a un solo policía».
Eso sí, asegura que lo que sí se vieron fueron «caos, llantos, carreras; en definitiva -añade-, pánico. Pero María también lanza una pregunta: «Lo importante es saber cómo es posible que a un policía con problemas psiquiátricos se le deje llevar arma» «Si alguien me lo puede explicar, por favor que lo haga», concluye.

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