Vigilarán el exterior del recinto y las nuevas salas de exposiciones
La Concejalía quiere que se coloquen durante la fase de obras
La Concejalía de Cultura está a la espera de la autorización de la Delegación del Gobierno en la Comunidad Valenciana para comenzar a instalar cámaras de seguridad que controlen el acceso y los recintos del Castillo de Santa Bárbara. Los responsables municipales esperan una pronta respuesta positiva de esta institución para que estos sistemas de seguridad se puedan instalar mientras se realizan las obras de reforma de la fortaleza, incluidas en el Plan Estatal de Inversión Local del Gobierno socialista.
Su intención es que se coloquen mientras se ejecutan las obras para que a la apertura de la reforma del Castillo, que concluirá en enero, esté dispuesto todo el sistema de seguridad y se puedan abrir los museos, salas y exposiciones previstas con plenas garantías. El proyecto, con una inversión de 2,3 millones de euros, pretende poner en valor toda la fortaleza de Santa Bárbara, uno de los emblemas de la ciudad y el elemento turístico más valorado por los visitantes a la ciudad y los touroperadores, según una encuesta realizada por la Conselleria de Infraestructuras y Transportes de la Generalitat.
Así, se adecuarán algunas salas y zonas que en la actualidad sólo se utilizan para recepciones, banquetes o actos sociales como la sala Felipe II o la del Gobernador. Éstas albergarán varias dependencias del futuro Museo de la Ciudad, donde se situarán elementos históricos recopilados durante años por el arqueólogo municipal, Pablo Rosser.
Esta colección ahora se encuentra embalada en almacenes municipales tras su paso por la exposición de los 6.000 años de historia de Alicante, que concluyó en los Pozos de Garrigós, mientras se envían a la Fábrica de Tabacos. De ahí pasarán al Museo de la Ciudad que se abrirá en el Castillo.
El patio de armas también sufrirá reformas, ya que perforará para acceder a unos aljibes que se encuentran en el subsuelo y que se harán visitables gracias a estos trabajos de recuperación del patrimonio histórico-artístico de la ciudad.
Precisamente para proteger el entorno y los elementos arqueológicos que allí se darán cita, el Ayuntamiento ha dispuesto de una partida de 40.000 euros para instalar cámaras de seguridad que vigilen el recinto. Estas cámaras controlarán el acceso a la fortaleza, los puntos de entrada y las propias salas para evitar que se puedan producir daños o desperfectos en las instalaciones.
No serán las primeras, puesto que las salas del castillo que ya disponen de elementos arqueológicos o culturales ya disponen de estos elementos de seguridad, que controlan tanto el retén de Policía Local situado a las faldas de la fortaleza como los propios vigilantes situados en el acceso principal al Castillo. Por eso, el Ayuntamiento espera que no haya problemas para que la Delegación del Gobierno ponga problemas al proyecto, una vez que la Conselleria de Gobernación sí que le ha dado el visto bueno.
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