jueves, 28 de mayo de 2009

Falta personal, material básico y vigilancia en los nuevos hospitales


El estudio señala fallos en la seguridad y carencia de celadores y útiles de quirófano
Son cosas muy básicas, que uno ni se imagina que puedan faltar en un hospital: sillas de ruedas, grúas para levantar de la cama a los pacientes que no pueden moverse, cuñas para que hagan sus necesidades. También sorprende que en los quirófanos se acaben los guantes, las mascarillas y los gorros y no lleguen los suministros a tiempo. O que los trabajadores de un servicio tengan que darse un viaje a Ikea a comprar mesas y sillas para poder trabajar.

Y eso sólo en lo respecta al material. Porque también falta personal. Apenas hay TIGAS (los antiguos celadores), ni trabajadores de atención al paciente, ni pinches de cocina, ni vigilantes de seguridad. Con todas estas carencias se ha encontrado la inspectora de trabajo en sus visitas a seis de los nuevos hospitales. Su informe, del 26 de mayo, habla también de salidas de emergencia cerradas o mal señalizadas, de suelos deslizantes que invitan al resbalón, de duchas sin plato y de suelos despegados y sujetos con celofán.

La inspectora visitó, entre el 16 de marzo y el 15 de abril, los hospitales Infanta Cristina (Parla), Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes), Infanta Leonor (Vallecas), Henares (Coslada), Sureste (Arganda) y Tajo (Aranjuez). Todos inaugurados hace algo más de un año. En todos encuentra la inspectora del Ministerio de Trabajo problemas de todo tipo, que va desgranando servicio por servicio y centro por centro en un informe de 74 páginas. Como consecuencia de esas visitas, en las que constata que la mayoría de deficiencias son achacables a las empresas concesionarias, la inspectora emite seis requerimientos, tanto al hospital como a cada una de las empresas. No les pide únicamente que respondan a su informe, sino que les cita, con día y hora, para que presenten la documentación en octubre. Estos seis hospitales, junto con el Puerta de Hierro de Majadahonda, funcionan con gestión mixta pública-privada. Empresas -que mantienen la propiedad del edificio- los construyen, financian y gestionan las áreas no sanitarias: mantenimiento, limpieza, restauración... Sanidad mantiene las áreas médicas y de enfermería y paga un alquiler anual durante 30 años.

Fue una denuncia de CC OO la que motivó las visitas. El sindicato había detectado deficiencias en prevención, accidentes de trabajadores y una palmaria falta de medios. "Están construidos como hoteles y no como hospitales", destaca Carmen Yela, secretaria de Salud Laboral de la Federación de Sanidad de CC OO de Madrid.La larga lista de deficiencias es muy variada y va desde la falta de un plan de emergencia -"pese a que el hospital del Tajo lleva un año abierto", precisa la inspectora- hasta unos uniformes cerrados que, en caso de salpicadura "de cualquier componente biológico o peligroso", el trabajador tiene que quitarse pasándolos por la cara y la cabeza. Pero hay algunos problemas comunes a todos los hospitales. Por ejemplo, carencias en psiquiatría, donde el protocolo de contención (en caso de que un paciente se descontrole) no se puede cumplir porque no hay un TIGA permanente y en algunos turnos tampoco hay suficientes trabajadores. El día anterior a la visita al hospital del Sureste, un paciente se había escapado por el techo técnico.

Éstas son algunas de las deficiencias detalladas en el informe de la inspectora de Trabajo.

- Hospital Infanta Cristina (Parla)

La señalización de seguridad contra incendios es "escasa, errónea y contradictoria". Hay "enchufes de luz situados casi a ras de suelo, pudiéndose producir situaciones de riesgo y peligro para los niños que transitan en la zona ya que son enchufes sin proteger". En los pasillos hay "aristas cortantes instaladas en las paredes, lo que provoca riesgo de golpe y de corte". En la visita a neonatología "había un niño intubado y cinco con atención: manifiestan una carga de trabajo excesiva". Además, la ropa es insuficiente, lo que provoca "a veces tener que secar a los niños con una sábana o no poder dar pijamas nuevos". En urgencias, "no hay establecido un protocolo ante las agresiones físicas que en varias ocasiones están sufriendo los trabajadores; sólo hay un vigilante de seguridad".

- Hospital Infanta Sofía (San Sebastián de los Reyes). En el área radiológica, la gerente cuenta a la inspectora que los trabajadores han tenido que comprar muebles y sillas en Ikea para poder trabajar y que el mostrador de recepción está vacío porque no tienen administrativos. En Anatomía Patológica, la ducha de emergencia y el lavaojos están situados en un pasillo. "En caso de ser utilizadas, se encharcaría e inundaría el suelo ya que no hay desagües". No hay salida de emergencias; la que debería serlo "está cerrada y próxima a una zona de obras". Los contenedores para tirar los residuos están abiertos y "sin cerrar herméticamente". En la zona de almacén, "no se observa la presencia de extintores".

- Hospital Infanta Leonor (Vallecas).

En hospitalización, "disponen de una grúa compartida con otro control, para aproximadamente para 22 enfermos no válidos". La sala de trabajo de enfermería es muy pequeña y el sol "incide directamente en el armario de la medicación". En Anatomía Patológica, constata que "carece de duchas y lavaojos" y aprecia "olores intensos". Los trabajadores le cuentan que a una trabajadora le explotó una botella de metanol hace unas semanas. En Psiquiatría, hay "escasez de ropa ignífuga, lo cual presenta riesgo de incendio" porque se permite a los pacientes fumar. Las puertas de las habitaciones "no tienen ojo de visualización", con lo que personal no puede ver si un enfermo se autolesiona. En las habitaciones infantiles, "las puertas de los cuartos de baño abren hacia fuera y dan lugar a golpes y a personas que se quedan encerradas". Además, "el agua se sale fuera de las duchas". Al no funcionar bien los circuitos, en los quirófanos "en ocasiones han faltado guantes, mascarillas y gorros". Los trabajadores le cuentan que "a veces deben rasurar a los enfermos dentro de los quirófanos". La supervisora del hospital de día manifiesta que "se diseñó para tratamientos oncológicos, pero llegan enfermos de otras especialidades, por lo que están mezclados". Además, "la red de vertidos es unitaria", es decir, que los enfermos comparten los mismos servicios higiénicos. La inspectora pide a la concesionaria que acredite "con firma de técnico competente" que no hay riesgo para la salud y que informe "sobre la conveniencia de utilizar un desinfectante en los váteres". Los vestuarios están "alejados, abiertos y en lugar solitario", Los trabajadores han sufrido agresiones y robos de bolsos.

- Hospital del Henares (Coslada). En hospitalización, la inspectora constata "ausencia de cuñeros en las habitaciones" y "riesgo de propagación de enfermedades por las excretas". También "faltan sillas de ruedas", "sólo hay una grúa para todo el hospital" y "falta de ropa de cama y pijamas para los enfermos". El líquido de limpieza de los suelos ha provocado "irritaciones de piel, rinitis y otros problemas dérmicos". En paritorio y obstetricia, "el personal ha sufrido agresiones del tipo de agarrarles por la pechera y zarandearles. No hay implantado un protocolo de actuación contra actos violentos". Los trabajadores "ven a familiares de niños que se apropian del material, ya que no hay servicio de vigilancia apropiado". Los mostradores de atención al paciente "están sin atención".

- Hospital del Sureste (Arganda).

Anatomía patológica "carece de duchas y lavaojos" y los trabajadores le cuentan a la inspectora que a una estudiante en prácticas le saltó formol a un ojo. En la UCI, "los trabajadores tapan los conductos de salida de aire con cartones porque incide directamente sobre las camas de los pacientes". En Urgencias, observa que las barandillas de las camas se caen y "han de sujetarlas con vendas", "no disponen de pies de suero ni biombos" y "hay goteras y filtraciones de agua". En Psiquiatría, "les faltan sillones y las habitaciones tiene objetos cortantes". En Cirugía menor ambulatoria, instalaron más camas de las previstas y "no hay suficientes tomas de corriente eléctrica".

- Hospital del Tajo (Aranjuez). Las "mamparas de los cuartos de baño son de cristal y con picos, que suponen riesgo de corte". El suelo del hospital de día "es muy resbaladizo", asegura la inspectora. En la UCI, los trabajadores manifiestan que "no hay mesillas, persianas ni sillones para todos". En hospitalización, "los auxiliares deben pasearse por los pasillos con las cuñas y sus excretas, con el consecuente riesgo de propagación de enfermedades". En las Urgencias, "los pacientes están colocados en camillas estrechas", por lo que los enfermos "gruesos no caben". En el box de aislados "no hay ventana en la puerta, lo que impide ver al paciente desde fuera y tienen que mantener la puerta abierta".

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