En el 119º Año Santo Compostelano, al fin el cabildo tomará la decisión de limitar el aforo de la catedral. Todavía no ha decidido cómo hacerlo, pero los vigilantes de seguridad que custodian habitualmente las puertas llevarán la cuenta e impedirán entrar cuando se supere la cifra aconsejada. Lo recomendable, según un estudio realizado entre la Universidad de Santiago y la Complutense al que se remite el cabildo, es que en la catedral no haya más de mil personas a la vez, una por cada dos metros cuadrados utilizables.
Ahora, según el deán, José María Díaz, hay ocasiones en las que llegan a apiñarse tres almas por metro cuadrado. Tal avalancha de fieles y turistas, reconoce el canónigo, puede llegar a poner en riesgo la integridad física y la salubridad. Esto, básicamente, ocurre en verano, en los años xacobeos, durante la hora punta (las 12) de la misa del peregrino. Aunque, para ser precisos, habría que decir que el momento de máxima afluencia no se produce exactamente a las 12, sino a partir de las 12.25, cuando, después de comulgar, los tiraboleiros echan a volar el botafumeiro. Ayer, durante la rueda de prensa de presentación del Año Santo 2010 por parte del Arzobispado, Díaz se quejó de que a muchos visitantes lo que más les interesa, "mucho más que el sepulcro del Apóstol", es ver cómo se columpia el incensario.
Para escalonar esta entrada de público, el cabildo está empezando a perfilar un plan "ambiciosísimo". Por un lado, limitará el acceso. Por otro, multiplicará las misas del peregrino. En lugar de una sola podrán celebrarse hasta seis a lo largo del día, "dos o tres por la mañana y dos o tres por la tarde", anuncia el deán. "Todas con la misma importancia y solemnidad", y todas con botafumeiro, para satisfacer el verdadero interés de una parte del público.
Con el bipartito, la Xunta ya había recomendado al cabildo que restringiese el flujo de visitantes en la basílica compostelana. De hecho, el estudio universitario en el que se basa ahora el gobierno de la catedral fue auspiciado, además de por el catedrático de la Complutense Miguel Ángel Troitiño, por Rubén Lois, catedrático de la Universidad de Santiago y anterior director general de Turismo. Un estudio elaborado en el Arzobispado con motivo del anterior Año Santo abría más generosamente la mano: recomendaba un tope máximo de 4.000 visitantes. El informe de Troitiño aconseja además el cobro de entrada a grupos en visitas culturales, pero ayer José María Díaz insistió en que el cabildo jamás tuvo "la tentación" de hacerlo.
Ayer, el deán también pidió la colaboración del Ayuntamiento para trasladar los actos no religiosos de la Praza da Quintana a otros lugares. En palabras de Díaz, los visitantes quedan "escandalizados" por los "festivales" que se montan ante la puerta del perdón por la que deben entrar los peregrinos para ganar el jubileo. En los conciertos, según denunció el presidente del cabildo, "hasta han llegado a colocar retretes portátiles pegados a la Puerta Santa". La Quintana debería quedar "acotada como espacio sagrado" y para los conciertos y manifestaciones (entre ellas el acto del BNG, el 25 de julio) "parece que hay lugares alternativos". "No queremos entrar en conflicto", se apresuró a aclarar Díaz, "pero hay otros sitios". "Aquí primero fue la tumba y después la ciudad. Se hizo la ciudad para la catedral y hay que hacer honor a lo que la catedral representa", concluyó.
En la misma rueda de prensa, el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, presentó la carta pastoral que escribió para el nuevo Año Santo, en la que recuerda la obligación del peregrino de aplicar las vivencias del Camino al regresar a casa, en su vida cotidiana. Según el jefe de la Iglesia gallega, el número de personas que peregrinan por motivos religiosos va en aumento. Aquí se velará por la causa, y en Francia también. La conferencia episcopal del país vecino ha encargado esta tarea al obispo de Le Puy.
Ayer se presentaron además la medalla conmemorativa, realizada por un artista alemán, y el cartel oficial del Año Santo. La empresa Enxeño Galicia elaboró un póster naíf en el que se representa una multitud encaminándose hacia la Porta Santa, con la Berenguela a un lado y las torres del Obradoiro al fondo. Al pie aparece el lema, Santiago te espera, y un dominio de internet, encaminate.com.
Para el Año Santo, la Catedral también estrenará un nuevo altar y nuevas oficinas de acogida del peregrino en la Casa do Deán, hoy en rehabilitación.
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