domingo, 17 de mayo de 2009

El «Marqués de la Ensenada» entrega en Kenia a los 13 piratas apresados


Misión cumplida y fin de la pesadilla para el buque de la Armada española «Marqués de la Ensenada», con el desembarco ayer en el puerto keniano de Mombasa de los 13 piratas somalíes capturados hace dos semanas en aguas del Índico.
Se pone así fin a una de las semanas más complicadas de los últimos tiempos para el Ministerio de Defensa y la ministra del ramo, Carme Chacón, tras sus dudas —y las del juez Fernando Andreu— expresadas ante la comunidad internacional sobre a qué país corresponde el dudoso honor de juzgar a estos bucaneros.
Hacia las siete de la mañana, y tras el retraso provocado en la jornada previa por el viento, tomaba tierra el buque español ante la atenta mirada de un solo periodista. Ni rastro de la representación gubernamental.
Mínima delegación
Horas después y una vez realizados los amarres, el embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, y el secretario general de Política de Defensa, Luis Cuesta, junto con una representación de la Unión Europea, hacían acto de presencia para asistir como testigos incómodos a este intercambio de cromos piratas entre Gobiernos. Mientras, el comandante del barco, Alfonso Carlos Gómez Fernández de Córdoba, evitaba hacer declaraciones, en un nuevo ejemplo del mimetismo y el halo de nocturnidad con el que se ha intentado cerrar este sainete de Defensa.
Una vez finalizados los saludos protocolarios, los piratas fueron conducidos al exterior del petrolero por las Unidad de Fuerzas Especiales del Ejército junto con parte del material confiscado, entre el que se encontraba, incluso una pistola de oro. Desde ese momento y una vez les fueron puestas las esposas por oficiales kenianos, la «patata caliente» de los «13 del Marqués» dejaba de ser un asunto de Estado. Pese a las sonrisas que se reflejaban en buena parte de los rostros de los piratas al descender del barco —quizá entusiasmados por el hilo mediático que ha despertado su captura— su suerte y seguridad ya sólo incumben al Gobierno de Kenia.
Siete años, mínimo
Unos bucaneros que permanecen desde ayer en dependencias policiales, y que tras su comparecencia mañana en la Corte de Mombasa ingresarán en el penal de Shimo La Tewa, considerado el más peligrosos del Este de África. Un lugar donde coincidirán con otros 64 bucaneros somalíes, pese a que sólo 11 de ellos cumplen condena firme. Una pena entre siete años y cadena perpetua les aguarda.
Mientras, y desde la tranquilidad de su despacho de Madrid, el secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, mostraba su satisfacción ante el éxito de la operación al asegurar que la entrega de los piratas «demuestra que funciona la acción contra la piratería, reprimiendo, deteniendo y juzgando a los piratas».
En su opinión, no es necesario que los piratas sean juzgados en España para que se lleve a cabo un proceso de justicia, sino que el juicio a los piratas detenidos «se puede hacer perfectamente en Kenia» a través «de criterios similares comunes», ya que «la UE ha llegado a un acuerdo con ese país para que juzgue a los culpables de piratería en el mar». De igual modo, calificaba la detención de los piratas de «acción eficaz», en lo que considera la «piratería del siglo XXI que se está perpetrando en el llamado cuerno de Africa».
Pero al margen de las complicaciones burocráticas que en los últimos días no les han otorgado más que problemas, y sin tiempo para el descanso, la tripulación del «Marqués de la Ensenada» reanudará su patrulla por aguas del Índico a partir del próximo martes.
Próxima misión
Entre sus próximas misiones podría encontrarse la escolta del «Teseo», un buque comercial español que ha pedido asistencia al tener que dirigirse a las peligrosas aguas de Somalia para tender cable telefónico.
Como señalaba su capitán, Gonzalo Vidal, «nos hemos visto obligados a solicitar su apoyo por el miedo a ser víctimas de un nuevo ataque. Aunque ya hemos contratado a una empresa privada de seguridad, eso no es suficiente. Pese a que no nos queremos dar cuenta, la piratería es un asunto global». Aunque desde ayer, ya sólo la juzgue Kenia.

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