domingo, 24 de mayo de 2009

La Audiencia de Madrid juzgará mañana a un acusado de asesinar a un vigilante de la pista de hielo de Alcalá


MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Madrid comenzará a juzgar mañana al presunto homicida de Ioan Grancea, el vigilante de la pista de hielo de Alcalá de Henares asesinado el 1 de enero de 2007 de dos puñaladas.

Francisco Javier A. de la C. se enfrenta a una petición fiscal de doce años de prisión por un delito de homicidio. La familia de la víctima califica los hechos de asesinato, por lo que eleva la solicitud de condena a 20 años de cárcel.

Grancea, rumano de 28 años, murió desangrado en los brazos de su mujer en la madrugada del 1 de enero de hace dos años en el interior de la pista de patinaje instalada en la Plaza de Cervantes de Alcalá en la que trabajaba como vigilante de seguridad. La Policía detuvo como autor del crimen a Francisco Javier A. de la C., que entonces tenía 18 años y carecía de antecedentes penales.

También está imputado Antonio T.C., un agente local que presenció los hechos, pero que ni socorrió a la víctima ni detuvo al agresor. Se le acusa de denegación de auxilio y omisión del deber de perseguir el delito. El fiscal pide que se le inhabilite durante cinco años para el empleo y una multa de 36.000 euros.

El Ministerio Público solicita que los procesados indemnicen con 240.000 euros a la esposa y al hijo de la víctima, debiendo abonar Francisco Javier A. de la C. 180.000 euros y Antonio T.C. 60.000 euros. Además, pide que se declare al Ayuntamiento responsable civil subsidiario de los hechos ocurridos.

La acusación particular, que ejerce el abogado Carlos Vila, eleva la cuantía de la indemnización a 400.000 euros, siendo responsable subsidiario el Consistorio complutense.

PALOS DE MADERA Y UNA BARRA DE HIERRO

En el escrito de acusación, el fiscal relata que ese día alrededor de las 7 horas Francisco Javier A. de la C., acompañado de su novia, y unos doce amigos acudieron a la pista de hielo instalada en la Plaza de Cervantes, "portando palos de madera y una barra de hielo".

Grancea, que trabajaba de vigilante en la pista, inició una discusión con el grupo de jóvenes, en cuyo transcurso "sacó una navaja que portaba en el bolsillo, de unos 9,8 centímetros de longitud y entre 26 y 27 milímetros". "Con ánimo de acabar con su vida, asestó a Ioan Grancea dos puñaladas, una en la cara anterior del hemitórax izquierdo, a la altura del pecho y otra en la cara posterior, cayendo al suelo y comenzando a sangrar", narra el fiscal.

Entretanto, el agente Antonio T.C. se encontraba en el interior del Ayuntamiento de Alcalá, situado a unos 20 ó 30 metros de la pista de hielo. Una de las empleadas del servicio de limpieza alertó al Policía de lo que estaba sucediendo. Tras observar la pelea, el agente decidió no intervenir, ignorando los gritos que lanzaba la mujer de la víctima. Después de que el agente le dijera que no iba a intervenir, la limpiadora llamó a la Policía Nacional.

Momentos más tarde se personó una patrulla de la Policía Nacional, otra de la Policía Local y una ambulancia. La víctima falleció a las 7.30 horas como consecuencia de un shock hipovolémico producido por dos heridas de arma blanca en hemotórax izquierdo, con afectación cardiaca y pulmonar, provocándole un fallo multiorgánico.

Tras el crimen, el procesado se deshizo de la navaja utilizada en la agresión, arrojándola al cauce del río Henares. Agentes de la Guardia Civil intervinieron el arma homicida diez días después. Desde el 2 de enero de ese año, el presunto homicida permanece en prisión preventiva en la cárcel de Alcalá Meco.

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