El fin de semana ha vuelto a poner en evidencia la fiebre que rodea al cobre en los últimos tiempos. Agricultores de la zona de Tordesillas han denunciado una nueva oleada de robos del cableado de los sistemas de riego, el último de ellos este fin de semana en Villavieja del Cerro.
Alberto Cano es agricultor y en los últimos días le han destrozado la caseta del riego. «Se han llevado todo el cableado, han quitado los fusibles del transformador, los cuadros los han destrozado y se han llevado el cable de la bomba y a otro vecino lo mismo», se lamenta este trabajador del campo que ha sufrido ya en otras ocasiones los hurtos del cobre. En algo más de un año le han robado el arado, piezas de riego, y ahora los destrozos en esta caseta que calcula que le costarán unos 3.000 euros. En total, hace cuentas y estos robos le han supuesto más de 20.000 euros.
Esta nueva oleada de hurtos comenzaba hace un mes y medio. Los agricultores aseguran que entonces entraron en una nave de Villavieja y robaron las cruces del riego, valoradas entre 8.000 y 9.000 euros. «Rompieron la verja y nos dimos cuenta porque faltaba un carretillo con el que movieron todas las piezas», cuenta. Además, en el último mes también se han registrado varios hurtos en Bercero, Marzales, Villalar de los Comuneros y de nuevo en Villavieja. En total, entre 14 o 15 pívots de riego que tendrían un coste medio de unos 4.000 euros (60.000 euros en total).
Ante esta situación, los agricultores aseguran sentirse asfixiados, ya que muchos de los robos se han realizado en lugares en los que ya se registraron hurtos el pasado año. Cano asegura que existen agricultores a los que les han robado el cableado hasta en tres ocasiones. Por ello, ahora se plantean unir fuerzas y acudir a una empresa de seguridad privada para evitar nuevas sustracciones.
«Algunos compañeros están pensando en abandonar. Mi vecino por ejemplo, le robaron el año pasado y este año y recoge 4.000 kilos de cereal&hellip Hay muchos que se plantean venderlo y dejarlo porque esto ya pasa de castaño a oscuro», explicó. «No podemos hacer patrullas, porque nos jugamos la vida. Lo más seguro es coger una empresa, o ver si ponemos alarmas en cada pívot, pero hay que planteárselo ya», añadió Alberto Cano.
Los agricultores aseguran que se han puesto numerosas denuncias, aunque consideran que no están siendo efectivas. Creen que los culpables son bandas que están vendiendo de alguna forma todo este cobre, mientras que los agricultores cada vez están «más asfixiados» para lograr reparar los daños. «Lo que han robado, a ellos les van a dar 50 o 60 euros y han preparado una pifia que ni saben la que han montado», concluyó el agricultor.
El subdelegado del Gobierno confirmó ayer los robos y aseguró que se va a intensificar la presencia de la Guardia Civil en estas zonas. Eso sí, Cecilio Vadillo reconoció la dificultad añadida de detectar este tipo de sustracciones de cobre, que se hacen en los terrenos y en épocas de poca actividad agrícola.
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