lunes, 7 de septiembre de 2009

¿QUIÉN LO CONTRATÓ?


El espionaje al vicepresidente madrileño ya tiene un sospechoso
La Policía y el Juzgado encargado de investigar los seguimientos y dossieres realizados a González han centrado sus pesquisas en una agencia de detectives.

El Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid ya tiene un nombre que puede revelarse como decisivo en la investigación por el espionaje político al vicepresidente madrileño Ignacio González y al ex gerente del Canal de Isabel II, Ildefonso de Miguel. Es la agencia de detectives Método 3 sobre la que recaen todas las sospechas, según publica la revista Interviú.

La publicación de Zeta, citando fuentes de la investigación, señala que las pesquisas de la Comisaría de Policía Judicial se centran en dicha agencia como sospechosa de haber realizado los seguimientos en Colombia a González y De Miguel, así como la elaboración de sendos dossieres sobre ambos que, posteriormente, aparecieron divulgados en varios medios de comunicación.

Según parece, los agentes encargados de la investigación centraron sus pesquisas en veinte agencias de detectives. Finalmente, descartaron todas salvo dos, que aparecían identificadas en el Registro de la Propiedad como peticionarias de datos correspondientes al vicepresidente madrileño: Mira y Método 3. Las sospechas han recaído en la segunda porque se negó a entregar el libro de registro de clientes al serle requerido por la Policía, acción que Mira no tuvo inconveniente en realizar.

De acuerdo con lo publicado en el semanario, no se descarta que pueda haber hasta tres clientes detrás del encargo. Pese a todo, la agencia Método 3 no habría cometido delito con los seguimientos y los dossieres. Por el contrario, el delito habría sido cometido por quien ha difundido públicamente esos informes confidenciales.

Además, en caso de confirmarse que Método 3 fue la autora del encargo -y, por tanto, receptora de los 100.000 euros pagados por ello- su negativa a entregar el libro de clientes continuaría siéndole rentable, puesto que la sanción por ello es de 30.000 euros segçun la Ley de Seguridad Privada.

Por si esto fuera poco, los investigadores reconocen que en casos sensibles se puede hacer trampa con el libro, colocando como nombre de cliente a un bufete de abogados o a una sociedad que no pueda vincularse al cliente real.

Método 3, que cuenta con veinticuatro años de existencia, ha intervenido en casos como la localización de Francisco Paesa, la Operación Malaya o la búsqueda de Madeleine McCann.

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