jueves, 24 de septiembre de 2009

Curso intensivo antipiratas


Los escoltas de los atuneros iniciarán la semana que viene cinco días de entrenamientos en Ciudad Real y Alicante
Despiadados y peligrosos. Sabotean los barcos e incluso han protagonizado secuestros de la tripulación. La carta de presentación de los piratas somalíes y yemeníes no deja lugar a dudas: los escoltas de Valencia que en breve acudirán a auxiliar a los atemorizados atuneros españoles en el Índico deben contar con una formación exhaustiva. Los 30 vigilantes que resulten seleccionados pasarán cinco jornadas en Alicante y Ciudad Real preparándose día y noche para enfrentarse al enemigo la semana que viene.
Su fuerte será una finca de caza ubicada en Ciudad Real. Dispondrán de 24.000 hectáreas donde podrán practicar el tiro a larga distancia con las armas que llevarán consigo: el clásico fusil CETME español y el rifle Remington. «Teníamos la opción de instalarnos en un polígono de Náquera donde también se puede tirar, pero necesitábamos más espacio. Finalmente, iremos a Ciudad Real. El trabajo será intensivo, casi durante las 24 horas del día», explicó el jefe de seguridad de Levantina de Seguridad, José Luis Roberto, que dirige el reclutamiento de los escoltas.
El entrenamiento se completará con unas clases teóricas. «Nos desplazaremos hasta una academia de Alicante de grandes dimensiones. El objetivo ya no es usar las armas sino aprender de forma teórica algunas técnicas y maniobras de tiro», apuntó Roberto.
El último paso consistirá en un simulacro en aguas de Valencia. Los vigilantes pasarán un día y una noche en alta mar y se enfrentarán a la recreación de un posible ataque. Será el momento de demostrar lo aprendido: la destreza a la hora de cargar las armas, la puntería en el tiro y la coordinación con el resto del equipo. «Lo más importante es aprender a compenetrarse, a actuar en grupo. Todos tienen una gran experiencia en el Ejército», reconoció Roberto.
El bagaje militar de los 39 candidatos que han superado la primera fase de selección es muy completo. La mayoría han sido infantes de la Marina, han participado en misiones internacionales, tienen experiencia en barcos e incluso hay francotiradores. Ninguno supera los 40 años.
La cuenta atrás para embarcarse ya ha comenzado. Entre hoy y mañana se seleccionarán a los 30 definitivos. Las pruebas psicológicas determinarán la elección. «No todo el mundo está en condiciones de pasarse dos meses a bordo de un barco en una situación de inminente peligro», afirmó Roberto. Por el camino ya se han quedado casi 300 aspirantes más.
Los organizadores trabajan a contrarreloj. Mientras unos se encargan de la selección, otros ultiman el equipamiento. «Ya tenemos pensado todo el material para la situación, que es casi de guerra. Vestirán uniformes preparados para el agua, chalecos especiales, botas antideslizantes y casco. Además, irán equipados con prismáticos y binoculares de visión nocturna», enumeró Roberto.

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