Cuatro científicos del Instituto Andaluz de Geofísica continúan los trabajos previos a la excavación de la fosa donde se piensa que habrían sido enterrados el poeta y otros fusilados al comienzo de la Guerra Civil
Precintada, acotada por vallas metálicas y vigilada por agentes de seguridad privada. La zona en la que supuestamente se encuentra la fosa que albergaría los restos de Lorca junto a los de otros cinco fusilados de la Guerra Civil, en el parque García Lorca de Alfacar, está custodiada para que los profesionales del Instituto Andaluz de Geofísica exploren el terreno con la mayor privacidad. Se trata de una superficie de más de 300 metros cuadrados acotada en tres zonas en torno al monolito alzado en memoria del poeta, donde en el día de ayer cuatro geólogos centraron las labores de exploración del terreno con el uso de un georradar, un aparato que estudia el subsuelo a través de la emisión de impulsos electromagnéticos de corta duración.
Cuando concluyan de peinar esta zona, lo que podría alargarse varios días -en función de los resultados que se vayan obteniendo, las condiciones meteorológicas y la humedad del suelo-, trasladarán la búsqueda a la ubicación que apuntó el escritor Agustín Penón: el paraje del Caracolar, situado a unos 430 metros al sureste del parque. Así, el plazo del que disponen los profesionales para realizar los trabajos previos a la exhumación de los restos no está cerrado aunque, de momento, los investigadores tienen previsto continuar analizando durante unos días más la zona en la que se encuentra el monolito, donde situó Ian Gibson la localización de la fosa del poeta por testimonio de su enterrador, Manuel Castilla, conocido como Manolo El Comunista.
Las labores se iniciaron en la tarde del pasado lunes y consisten en mediciones topográficas del terreno con GPS y el análisis del subsuelo con georradares. Ya en los trabajos acometidos el pasado martes, los geólogos detectaron anomalías del terreno -movimientos de tierra- en la zona que se ubica justo delante del monolito. Los técnicos realizarán un informe con las conclusiones de estos trabajos en unas tres semanas.
La dificultad añadida en el proceso es que el lugar es casi un cementerio, puesto que se cree que podría haber más fosas en el terreno delimitado con un número de personas similar al que se cree que yacen en la fosa en cuestión. Por esa razón, el uso de georradares le dará carácter científico a las ubicaciones en las que se sospecha que podría situarse la fosa buscada. Y es que, sólo en las inmediaciones del mismo parque, la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada tiene constancia de que existen más fosas justo detrás del monolito -en la zona repoblada en la que hay varias casas-, así como en el área de delante, a la derecha.
La exploración se está haciendo de forma simultánea al proceso abierto por la Consejería de Justicia para que los interesados presenten alegaciones a la apertura de la fosa, iniciándose un día después de que la Junta publicara en el BOJA la ampliación del plazo en diez días, hasta el 1 de octubre. Se formalizaba así el anunció que hizo el pasado 11 de septiembre la consejera, Begoña Álvarez, después de que la familia del poeta granadino pidiera la ampliación para poder estudiar el expediente de exhumación y pronunciarse al respecto.
De hecho, según informó Manuel Fernández-Montesinos, sobrino de Lorca, será la semana que viene cuando los herederos se reúnan para tomar una decisión, que aún no han concretado, hasta que puedan estudiar la documentación solicitada para la exhumación, que podría tener lugar -según prevé la ARMH- a finales del mes de octubre.
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